Back to the 80’s, por Arturo Garro Miró Quesada

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Todo comenzó un primero de mayo… El cual debe de quedar en los anales de la ignominia… En lo que debió ser una marcha más de lo que queda de los sindicatos peruanos por el 01 de mayo, se convirtió en un evento de apología al terrorismo debido a que los asistentes al referido evento sacaron pancartas con el rostro del cabecilla senderista Abimael Guzmán en las cuales se pedían su liberación.

Este hecho motivó que la Comisión de Defensa y Orden Interno del Congreso cite al ministro del interior, Carlos Basombrío, como al director general de la policía; ambos personajes se contra dijeron en la sesión para la cual fueron convocados. Por un lado, el ministro Basombrío dijo que lo sucedido era apología al terrorismo, mientras que el director general de la policía dijo que no lo era, y que por esa razón, no procedieron a detener a los simpatizantes del MOVADEF que estaban en el evento. La cereza del pastel fue que cuando el ministro Basombrío tomó conocimiento de un coctail organizado por simpatizantes del MRTA en el hotel Bolívar en el marco de los 20 años de la operación de rescate Chavín de Huántar gracias a la intervención de un congresista de la oposición.

Hasta aquí la noticia. Lo que se está viendo amables lectores, es que estamos retornando a los ochentas. Es decir, que al igual que hace 37 años, las mismas castas y apellidos kilométricos que gobernaron este país –y que siguen enquistados como sanguijuelas en la política, la prensa, la banca y la empresa-, chocan con la misma piedra de aquellos años. En 1980 fueron abigeos, pero hoy son un peligroso mix entre terroristas y narcotraficantes; y lo que es aún peor, es que desde hace 17 años cuentan con protección política y jurídica a nivel nacional e internacional; con lo cual su erradicación definitiva se hará más complicada.

Por otro lado, es inaceptable que quien fuera el responsable del capítulo de seguridad ciudadana en el plan de gobierno de Peruanos por el Kambio -y ministro del interior durante el gobierno de Alejandro Toledo- Gino Costa se indigne, así como lo lee, se indigne, porque en los operativos policiales mueren más delincuentes, y la policía no tengan bajas. Porque en criterio del ex ministro y hoy congresista, la policía ha hecho uso de la ley de la ventaja.

Mientras aquí seguimos en discusiones bizantinas sobre si hay o no apología al terrorismo por los miembros del MOVADEF, los medios de comunicación han dado a conocer que en la frontera con Bolivia ha surgido el grupo terrorista denominado Fuerzas Armadas Revolucionarias – Ejército Popular Tupacamarista (FAR-EPT), el cual se gestó en el seno del MRTA; pero que tras la captura del cabecilla emerretista Víctor Polay, se generó una ruptura sin retorno entre ambos grupos terroristas. Según el cabecilla de las FAR – EPT, “Camilo Reyes”, actualmente se encuentran en fase de resistencia. Así es, este grupo no puede ser pasado por agua tibia, por qué. No olvidemos que el año pasado el estado colombiano y el grupo terroristas de las FARC firmaron un “acuerdo paz” que no es del agrado de todos los miembros del grupo terrorista colombiano; aquí el riesgo es que estos disidentes de las FARC puedan unirse a este grupo peruano e iniciar un accionar terrorista más agresivo, puesto que ambos compartirán “conocimientos” y posiblemente se repartan espacios geográficos para su accionar a fin de hacer el mayor daño posible; así que a tener cuidado, y no llamar abigeos a estos criminales.

La situación política del Perú se da para que grupos como el MOVADEF y el FAR – EPT se sientan envalentonados para iniciar o radicalizar su accionar. Primero. Desde hace 17 años se han ido flexibilizando las políticas y leyes para combatir al terrorismo por razones políticas –e ideológicas- de parte de quienes en la actualidad se encuentran ostentando el poder político, económico y mediático. Segundo. Se ha venido realizando un sostenido y exitoso lavado de cerebro en la sociedad, principalmente al grupo etario comprendido entre 15 y 30 años colocando al terrorismo como un conflicto armado interno, y dejando como criminales a quienes defendieron a este país de la barbarie terrorista; ya sean civiles o militares, principalmente los segundos. Y tercero, el gobierno actual está colmado de personas que siempre se han mostrado –y se muestran- condescendientes con el terrorismo, siendo Gino Costa y Carlos Basombrío los más emblemáticos defensores de la flexibilización de la política anti subversiva.

Cuidado con seguir siendo flexibles con el terrorismo, que esa película ya la vimos, y fue muy sangrienta. No esperemos a tener bombazos en discotecas, cines y centros comerciales para recién reaccionar y pedir las medidas necesarias para contra restar el avance político, social y académico que ha venido teniendo el terrorismo desde hace 17 años.

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