¿Cómo sería mi vida si no hablara inglés? ¿Más complicada? ¿Más limitada? ¿Se me hubieran cerrado más puertas? ¿Sería una adicta a los subtítulos? Todas las anteriores y muchísimas otras situaciones de desventaja que ahora mismo no puedo imaginar. Por ello, si en el colegio de mis hijos me hubieran preguntado Historia del Perú o Inglés, no hubiera dudado un instante en responder que prefería el inglés. La Historia del Perú la conocerían en el transcurso de la vida y no de paporreta, o la historia que quieren contarnos, como suele ocurrir en las escuelas. Hay quienes me recordarán la frase: “… Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores…” ante lo cual les contestaría que no es que la historia del país no sea importante, sino que se trata de un tema de prioridades, de dotar de capacidades a los peruanos, desde niños, para que estén preparados para competir. Aparte, desafortunadamente, esa frase no es tan cierta y la realidad nos lo ha comprobado.
Nos guste o no existen más personas en el mundo que hablen castellano o chino, el inglés es el idioma universal, es un motor para el crecimiento, para las oportunidades de trabajo, simplemente para comunicarse y sentirse integrado. Las nuevas generaciones serán ciudadanas del mundo, con oportunidades de residencia virtual como las que ahora ofrece Estonia. En los países nórdicos – que tienen lenguajes complicados – el 80% y hasta el 90% de la población habla inglés. Aproximadamente el 50% de croatas habla inglés, a pesar de haber sido parte de lo que fuera Yugoslavia, haber estado bajo un régimen socialista y vivido una cruenta guerra.
Argentina es el país de Latinoamérica donde hay una mayor aptitud para el idioma inglés, puesto 15 sobre 70 países, seguido de República Dominicana con el puesto 23 y de Perú con el puesto 35 (por encima de Chile), lo cual resulta una paradoja si vemos que nuestro país ocupa el último puesto en la prueba PISA. Mayor razón para revisar la currícula en las escuelas públicas y darle prioridad a los cursos que son realmente importantes para preparar a los niños para un mundo cuyo dinamismo es exponencial ¡No hay excusas!
El inglés es especialmente importante en el sector turismo. Cada vez hay más destinos atractivos en el mundo con los que nuestro país tiene que competir. En el 2015 recibimos 3’500,000 turistas y, en el 2016, según lo declarado por la ex ministra Magaly Silva, esperamos aumentarlo a 3’800,000. ¿Cuentan como turistas todos los extranjeros que vinieron para la transmisión de mando o los que vienen para las Conferencias de APEC o los eventos internacionales? ¿Tenemos la capacidad de depurarlos? Por lo menos sabemos que el 17% de los turistas que visitan el país, denominados turistas ‘premium’, gastan aproximadamente US$1,000 durante su estadía.
Veamos, un incremento de 300,000 turistas en un año es el equivalente al 1% de la población, cifra bastante baja si consideramos que el turismo podría ser una fuente de ingresos sustancial para un país con la riqueza histórica y gastronómica del Perú. Estoy segura de que si incrementamos nuestra aptitud de inglés habremos contribuido a hacerlo más atractivo al turismo y habremos dotado a las nuevas generaciones de la “gran herramienta” para competir en este mundo globalizado. Ya no es una opción sino una obligación.