Despierta un limeño queriendo levantarse temprano; y existe esta fuerza benévola que lo lleva a uno a atarse a la cama, llegando tarde al trabajo pensando que cinco minutitos no harían la diferencia. Uno tendría dichosa suerte al ir en carro, mientras que la mayoría se moviliza con en el sistema metropolitano de transporte, o mejor dicho… en combi.
¿Es acaso fácil de ignorar que hoy, 2015, no existan paraderos reglamentados bajo un sistema integrado que no interfiera con la fluidez de los vehículos en vez de parar en cada esquina o donde la “señito apurada” quiera?. La solución no vendrá del lado del concreto; ni de poner “by-passes” ni de 20 carriles en la Javier Prado.
¿Sería poco ignorar que haya más de 25 personas en un micro donde a las justas entran 10 personas? Imaginemos que ocurra un accidente – cosa, no tan difícil de imaginar-, como el ocurrido el 04/03/2015; que seguro tú, ni enterado. Combi de Orión incendiada en pleno Javier Prado con Aviación, y nuestro mandatario contándonos la fábula: “Yo eliminaré las combis, ¡orden para Lima!” Pero, lo peor de todo no es el hecho que esto ocurra y tú no te des cuenta; sino que si hubiera pasado en la anterior gestión probablemente ya hubieras organizado una rebelión y por qué no, algún tipo de revocatoria si es posible… Todo esto sin que te des cuenta que el problema no son ellos, sino somos nosotros.
Entiendo que no te afecte que los choferes de estas queridísimas empresas maten gente, y que algunos conductores tengan más de S/. 200 mil en papeletas. O que la misma municipalidad haya retrocedido con el SIT, no permitiendo tener un boleto unificado entre el Metropolitano, el metro y el corredor azul. Lamentablemente la nueva relación entre la municipalidad y el sistema transportista de Lima NO termina ahí. ¿Acaso no debería ser de nuestra incumbencia que aproximadamente 50 mil papeletas fueron anuladas a comienzo de año por la municipalidad? Esto ocurre día a día y nadie dice ni una sola palabra, ni un murmullo. Pero, ¿Cómo te va a interesar, si puedes chapar tu combi a “china”, bajarte donde quieras e ir en menos de una hora a tu destino?
Nuestra misma cultura es un problema. Cultura donde es más importante saber quién le sacó la vuelta a Nico o Sheyla, en vez de conocer acerca de las grandes cosas que el Perú tiene para ofrecernos. La cultura de víctimas y de vivos- en la cual nos dejamos comprar por quien regala más arroz y por no quien mejores propuestas- es exasperante. Donde nos enseñan que si no eres vivo, pues, no eres nadie.
Amigo limeño, mi propósito recae en preguntarte ¿hasta cuándo seguiremos con los ojos cerrados? Dejemos de lado la indiferencia. Exijamos cultura y educación, no concreto. He escrito esto para que dejemos de preguntarnos todos los días: ¿En qué momento se jodió el Perú? Bueno, reitero como dicen: el problema está de nuestro lado, pero también está la solución. Empecemos a encontrar la respuesta de quién demonios arreglará al Perú. Bueno, creo que es tiempo que lo arreglemos nosotros. Empecemos primero a pensar que podemos.