[EDITORIAL] Caso Silva- Martinot: si toma, no maneje

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Existen dos formas de ver el caso de Mateo Silva- Martinot, el joven que atropelló a Alejandro Ballón en el Boulevard de Asia. Unos ven el caso como el de un ‘pituquito’, ‘hijito de papá’ que inmaduramente cogió el carro luego de haber bebido y atropelló despiadadamente a otro muchacho dos veces, se regocijan de verlo en prisión y para ellos mientras más sufrimiento mejor. Otros, mayormente los que son cercanos al acusado, han optado por el discurso que dice ‘le puede pasar a cualquiera’ y que Silva- Martinot ‘cometió un error’.

En Lucidez estamos convencidos de que Mateo Silva-Martinot tiene que ser tratado por la ley como el ciudadano común y corriente que es, sin que el rol político de su padre influya en la investigación o sesgue el criterio de los jueces. Que una persona vaya a prisión no es algo por lo cual hay que alegrarse pero queda claro que este muchacho tiene que cumplir una condena que vaya acorde con al severidad de los crímenes cometidos. Pero todo esto tiene que ser llevado a cabo de forma justa y la condena tiene que ser una que vaya estrictamente ceñida a lo que determina la ley.

También es importante que el hecho se vea en su magnitud completa: un muchacho le destruyó la vida a otro por agarrar un carro luego de haber bebido, sin medias tintas y sin eufemismos. También es importante que el caso sirva como un mensaje contundente, un mensaje que eduque y termine por arrancar de nuestra idiosincrasia el ‘sí puedo manejar, sólo he tomado una copita’ y el ‘puede pasarle a cualquiera’. No debería poder pasarle a cualquiera porque debería estar tatuado en la mente de todo adulto peruano que: No se debe beber si se va a manejar y no se debe manejar si se ha bebido. Este caso es una repetición de tantísimos otros, con la diferencia que algunos de ellos terminaron en muerte y familias destruidas. Los peruanos tenemos que mostrarnos hartos y a la vez tomar conciencia y compromiso con ser responsables.

Aprendamos de una vez del daño que causamos y del daño que nos pueden causar. Que casos como este sirvan como ejemplo, no de ‘un error’ sino de un crimen; no de ‘un ‘pituquito’ que va a la cárcel, sino de una persona que va presa por manejar borracho; no de un hecho aislado, sino de algo que pasa todos los días y que tiene que dejar de pasar. Basta ya.