El pasado lunes el gobierno colombiano y el grupo narco terrorista –las cosas por su nombre- Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), firmaron el Cartagena de Indias el cese al fuego definitivo o el acuerdo paz, el cual deberá ser refrendado en las urnas por el pueblo colombiano el domingo 2 de octubre. Pero en esta columna –como pareciera a primera lectura- no voy a hablar del tratado de paz suscrito en el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el terrorista Rodrigo Londoño alias “Timochenko”. No, no. En esta entrega voy a comentar la propuesta de la congresista del Frente Amplio por el departamento de Ancash María Elena Foronda quien pidió –contagiada por la “fiebre colombiana”- que se firme la paz con Sendero Luminoso y el MRTA en aras de la reconciliación nacional. What? ¿”Firmar la paz” con Sendero Luminoso y el MRTA?
No señora Foronda, no; con el terrorismo ni olvido ni perdón. Por si no lo sabe –o mejor dicho lo desea ocultar- el terrorismo le costó al Perú 20 años de sangre y lágrimas; 28, 000 muertos (de los cuales 4,000 eran niños); 55,000 huérfanos; 238 desaparecidos y 26, 000 millones de dólares en pérdidas económicas. Y otra para su libro, los terroristas con los que usted y su partido piden “firmar una paz a la colombiana”, por ciacaso, aún le deben al estado un monto aproximado de 3,800 millones de soles por concepto de reparación civil. Como verá señora congresista, aún quedan deudas que pagar, deudas que en su inmensa mayoría –como los 28,000 muertos y los 55,000 huérfanos- jamás podrán ser pagadas.
Podemos coincidir en que toda persona –al margen de lo que haya hecho- tiene derecho a un entierro digno respetando sus creencias culturales y religiosas; pero de ahí a construir un mausoleo para agrupar a toda esa camarilla de asesinos que contribuyó al dolor del país, un dolor que demorará décadas en pasar, no se pase; lo sucedido en el cementerio municipal de Comas hace dos semanas fue una clara demostración de apología al terrorismo; pero para “suerte” de las personas que construyeron esa afrenta a todos los peruanos, gracias a una recomendación de la CIDH, no serán juzgados por apología al terrorismo dado que el gobierno del ex presidente Valentín Paniagua eliminó este delito. Así que quédese tranquila, que para los familiares de esos terroristas no habrá mayores consecuencias; salvo el delito contra la fe pública por haber engañado al alcalde de Comas para construir ese mausoleo.
El país se ha indignado por este hecho y las voces de protesta no se han hecho esperar. Ya sea en las redes sociales, prensa, conversaciones familiares y amicales, y calles (el jueves de la semana que acaba hubo una marcha multitudinaria en Comas contra esta afrenta); con estas muestras de indignación se está demostrando que en el Perú todavía hay gente –mayoritaria- que sabe lo que es un terrorista y que no está dispuesta a que una argolla política y mediática busque cambiar la historia del país; no podemos dejarlos avanzar ni un solo milímetro.
Otra cosa positiva que ha traído este mausoleo, es que tanto usted como su partido han quedado desnudados ante la sociedad (especialmente ante la gente que aún creía que las acusaciones de pro terroristas contra el Frente Amplio eran infundios) porque este acontecimiento ha hecho que aflore en usted y en sus camaradas ese sentimiento de simpatía –que ya dejó de ser sutil- con los dos grupos terroristas que más daño le han hecho al Perú en nuestros casi 200 años de vida independiente; y que cuando lo quieran negar, ya nadie les creerá. Esto es positivo también porque le ha abierto los ojos a mucha gente que pudo sentirse cercana a ustedes y que definitivamente ya no les dará el voto el 2018 como en el 2021.
En este párrafo me permitiré hacerle un pedido que considero urgente al presidente Kuczynski, aprovechando lo dicho por él en su discurso por el día de las Fuerzas Armadas: por favor presidente, no permita que se siga enseñando una historia distorsionada a las generaciones que no vivieron esa etapa de la vida del país al seguir permitiendo el reparto de libros que sostengan que el terrorismo no fue tal sino un “conflicto armado interno” o “guerra interna” y que equiparen a las FFAA y policiales con los terroristas; o peor aún, que el estado peruano cometió terrorismo de estado; no se olvide que usted integró el ejecutivo cuando el terrorismo iniciaba su accionar asesino. ¿O usted se considera un terrorista? Yo sé que no.
Un apunte final congresista Foronda. La república del Perú ya firmó “la paz” con Sendero Luminoso y el MRTA. Las fechas de ambas firmas fueron las siguientes:
- Con Sendero Luminoso: Sábado 12 de septiembre de 1992 –captura de Abimael Guzmán.
- Con el MRTA: Martes 22 de abril de 1997 – liberación de los rehenes de la residencia del embajador japonés en Lima (operación Chavín de Huantar)
No puedo despedir esta entrega sin antes mandarle un abrazo a todos mis colegas aquí en Lucidez –con los que vengo haciendo periodismo hace más de dos años- y en otros medios de comunicación al margen de nuestras formas diferentes de pensar y opinar sobre las noticias en nuestro país y en el resto del mundo. ¡Feliz día del periodista peruano!