Con la mirada en África, por Mauricio Izaguirre

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Hoy culmina el Mundial Sub- 17 jugado en Chile. Para sorpresa de algunos y molestia de otros, la final será disputada entre las selecciones africanas de Nigeria y Mali. Ambas selecciones han mantenido un rendimiento excelente durante el torneo, destacando tanto en ataque como en defensa. Nigeria es la que más goles ha marcado y esto se debe a su goleador Victor Osimhen, quien ha anotado 9 de los 21 goles. Por otro lado, Mali es la selección que cuenta con el menor número de goles en contra, ya que su portería solo fue batida 2 veces en los 6 partidos jugados, estadística dada gracias a su portero  y figura, Samuel Diarra.

Anteriormente se habló sobre las polémicas suscitadas en este tipo de torneos, sobre todo por el tema de las edades en los conjuntos africanos y las acciones que la FIFA tuvo para combatir dicho problema. Personalmente, confieso que me gusta el actual desempeño de las selecciones africanas, tanto en torneos de menores como en los de mayores. Espero que en la final se vea el juego que ambos equipos han propuesto durante todo el mundial. Osimhen es el llamado a ser la figura por parte de Nigeria pero Mali tiene en su portería a Diarra, sin duda alguna este duelo promete.

El Mundial termina hoy pero empieza otra competencia mucho más dura que no se juega en un campo de fútbol ni vestido de corto. Ahora es cuando los agentes están entregando tarjetas de presentación y escribiendo contratos de representación para los jugadores y sus padres. Los mejores agentes y sus respectivas agencias de representación dan comienzo a lo que muchos catalogan como una “cacería de talentos” con el fin de trabajar conjuntamente con los jóvenes talentos que brillaron en este campeonato.

Muchos de los agentes que representarán a figuras como Osimhen o Samuel Diarra no tendrán una labor tan fácil como muchas personas creen. La mayoría piensa que los mejores jugadores de este torneo tienen una gran cantidad de ofertas de clubes de diferentes partes del mundo, lo cual es cierto, pero lo que no saben es que la FIFA es muy estricta en materia de transferencia de jugadores menores de 18 años. La principal norma sobre este tema dicta que ningún jugador puede ser transferido a otro país si no está sobre los 18 años de edad. Esta regla tiene 3 excepciones las cuales favorecen a los clubes europeos y perjudican notablemente a aquellos de otros continentes.

Según el reglamento sobre el estatuto y transferencias de jugadores, aquellos mayores de 16  y menores de 18 años solo pueden ser transferidos a otro país si es que la transferencia tiene lugar en algún país de la Unión Europea o del Área Económica Europea. En segundo lugar,  si el jugador vive a no más de 50 kilómetros de la frontera entre los países y si el club no está ubicado a más de 100 kilómetros del domicilio del jugador. Por último, el jugador puede ser transferido si sus padres también van con el siempre y cuando no sea por razones relacionadas al fútbol.

Por otro lado, el Reglamento sobre las relaciones con intermediarios de la FIFA, establece que aquellos que trabajen asesorando a jugadores con sus contratos laborales, sean agentes o intermediarios, no pueden recibir ninguna remuneración del jugador si este es menor de 18 años.

Dadas esta normativa creada por la FIFA, los agentes que representen a las figuras de este Mundial Sub 17 no tendrán la tarea tan fácil como muchos creen. Comenzando por el punto de que no podrán recibir ningún pago por sus servicios hasta que el jugador cumpla 18 años, es decir trabajarían un año aproximadamente “gratis”. Por otro lado, para poder lograr la transferencia con algún club que no sea europeo solo les queda la opción de llevar a uno de los padres con el jugador y conseguirle un empleo que no tenga relación con el fútbol. Sin duda es una labor importante, ya que de ellos muchas veces depende el futuro del jugador.