La semana pasada se disputó una nueva edición del Lima Challenger, competición que reparte 90 puntos para el ranking ATP. Hubo un cambio de sede, pero el evento volvió a destacar gracias a la buena organización de Luis Horna junto con Alfredo Valverde.
El Club Terrazas tuvo la oportunidad de disfrutar de una semana de gran nivel con la presencia de jugadores de la talla de Facundo Bagnis, Gastao Elías (62 ATP), Leonardo Mayer, Horacio Zeballos, entre otros.
El título se lo llevó a casa el chileno Christian Garín tras vencer en una disputada final a Guido Andreozzi. El argentino fue campeón del Lima Challenger cuatro años atrás, pero esta vez se tuvo que conformar con el segundo puesto.
Los tenistas nacionales fueron eliminados rápidamente en individuales, pero muchos de ellos tuvieron una destacada actuación en la modalidad de dobles. Lamentablemente no contamos con algún jugador activo en sencillos que pueda avanzar constantemente en los torneos de este calibre.
De todas formas, ésta ha sido una experiencia enriquecedora para nuestros tenistas. Es una oportunidad única para tener roce internacional con los mejores competidores del continente. Los trujillanos Javier Rodríguez y Mateo Verau, a pesar de perder en la clasificación, pudieron medirse con jugadores top 500 y ver cómo están en relación a ellos. Juan Pablo Varillas y Nicolás Álvarez tuvieron mala suerte en el sorteo, pero igual estuvieron a la altura de sus rivales: Christian Garín y Renzo Olivo respectivamente.
El premio gordo se lo llevó Sergio Galdos, el tenista nacional logró, junto a Leonardo Mayer, el título de dobles e ingresó al top 100 por primera vez en su carrera. La constancia y el esfuerzo tuvieron recompensa y ahora el arequipeño podrá competir en los mejores torneos del circuito y jugar con los grandes doblistas del momento.
Las conclusiones que se sacan después de un torneo profesional disputado en el Perú siempre son positivas sin importar los resultados que se den. Es una prueba de nivel y un motivante muy especial.
La reforma del tenis nacional debe comenzar con el aumento del número de campeonatos por año, especialmente los futuros que son los que les abren las puertas a los nuevos aspirantes.
Este año en el Perú no se ha jugado ningún futuro. En mujeres no hay ningún campeonato de la WTA hace dos años. No se pueden exigir resultados. Es insostenible pretender que vamos a tener a más de 25 jugadores profesionales viajando todo el año alrededor del mundo en busca de puntos.
Para comprobar la hipótesis que plantea que el número de torneos en un determinado territorio sí influye en la cantidad de jugadores que este produce, voy a poner de ejemplo a los tres países que cuentan con más tenistas activos: Estados Unidos, Francia y España.
Estados Unidos tiene actualmente 159 jugadores con ranking ATP y se juegan 35 futuros al año en dicho país. Francia posee 146 jugadores, y se juegan 23 futuros anualmente ahí, y, por último, España tiene 104 jugadores en el circuito y, al igual que en Estados Unidos, tiene 35 torneos futuros por año.
Evidentemente, la cantidad de torneos no es el único motivo del éxito de estas potencias en el tenis. Son países poderosos, con gobiernos eficientes y saben invertir. Es por eso que son los mejores en muchos otros deportes. En Estados Unidos están las academias de Nick Bollettieri y Chris Evert que tienen unas instalaciones de primer nivel, en España y Francia hay una gran descentralización y salen jugadores de todas las ciudades, pero es innegable que el número de torneos influye, y mucho.
Menciono solo los futuros porque son los campeonatos de iniciación para los tenistas, pero en los países de buen nivel tenístico, también se juegan eventos de mayor jerarquía (Masters 1000 y Grand Slams).
Para buscar una comparación más cercana, voy a poner el caso de Argentina que, dicho sea de paso, es el país con la mayor historia tenística de Sudamérica. Los gauchos cuentan con 12 torneos futuros al año y con 77 jugadores en el ranking ATP.
Los tenistas que aspiran a ser profesionales en estos países, pueden tener un puesto aceptable en la clasificación sin necesidad de salir de sus tierras. Esto supone un gran ahorro económico además de evitar el desgaste físico y psicológico que producen los viajes de competencia.
En el tenis, como en todos los deportes, los resultados son consecuencia de un trabajo planificado y no un golpe de suerte. Los países con mejores resultados son los que cuentan con las federaciones más eficientes.
La regla de tres a seguir es muy simple: a más campeonatos, más jugadores. En Perú hoy en día no se juega ningún torneo futuro y solo contamos con seis tenistas profesionales activos. Se vuelve a cumplir la operación: a menos campeonatos, menos jugadores.
Jugando un poco con las estadísticas se puede llegar a conclusiones importantes. No soy nadie para juzgar a la directiva actual, pero si no se juega ningún torneo profesional en todo el año, definitivamente algo está yendo mal y se debe corregir. La nueva federación debe buscar, junto al IPD, una estrategia para empezar a organizar eventos internacionales que repartan puntos ATP, antes de esto, no podemos exigir resultados.