Escribo con alegría que PPK es hoy nuestro virtual presidente electo por un margen sumamente estrecho pero suficiente. Cabe ahora preguntarse cuáles fueron los hechos que le permitieron revertir una distancia de seis puntos en lo estimados más conservadores y estar hoy a la espera de tener la banda presidencial. Los sucesos que explican su victoria son tres: 1) el audio Chlimper, 2) el segundo debate presidencial y finalmente, 3) el apoyo explícito de Verónika Mendoza junto a la revitalización del antifujimorismo. Paso a explicar cada uno de ellos.
PPK encuentra su primer gran punto de apoyo en el autogol del equipo rival. El caso Ramírez no había hecho mayor mella en la candidatura de Fujimori la cual seguía creciendo en intención de voto e incluso muchos electores daban el escándalo por falso. Sin embargo, José Chlimper llegó al rescate al presentar un audio adulterado a fin de limpiar a Ramírez de la investigación que la DEA había entablado contra el por lavado de activos. Dicho proceder ocasionó que más de uno asuma de inmediato la culpabilidad de Ramírez y de Fuerza Popular al aceptar su capital, sino ¿Por qué el candidato a vicepresidente arriesgaría el cuello para proteger a Ramírez? Por otro lado, lo hecho por Chlimper fue un poderoso “memorex” para quienes habían olvidado las tácticas del montesinismo para proteger a sus cofrades.
El segundo punto de quiebre fue el segundo debate presidencial. En dicho encuentro muchos estimaban que se repetiría la paliza que Keiko Fujimori le propinó a un lento y poco convincente PPK, tal pronóstico resultó sumamente errado. Kuczynski no sólo había aprendido la lección, sino que sus ataques fueron directamente a los techos de vidrio de la candidata como sus 500 días de ausencia al Congreso. Asimismo, no descuidó el aspecto técnico del discurso donde supera a Fujimori con creces sino que aprovechó que su intervención de cierre era la última de todo el careo para responderle a Fujimori en la misma nota: “tú no has cambiado pelona, eres la misma”. En alusión a que el fujimorismo no se había reformado de su pasado corrupto y autoritario. Esa frase fue la trompeta de guerra que estaban esperando los antifujimoristas que en otras circunstancias ni voltearían a ver a PPK para sumarse a su carga. La mejora en su desempeño fue notable, demostró de nuevo ser el más preparado para el cargo, además de ser capaz de responder políticamente cuando corresponde.
Finalmente, fue el llamado de Verónika Mendoza en favor de Kuczynski lo que acabó por consolidar al candidato en el sur del país y diversas áreas rurales. Con ello Kuczynski veía resueltas dos de las más grandes debilidades de su candidatura: penetración territorial y expansión socioeconómica. Es cierto que ni bien empezada la segunda vuelta PPK adquirió un 20% de apoyo extra con las características antes señaladas pero dicho globo estaba perdiendo aire hasta que Mendoza empezó a soplar. Ello se dio mediante el llamado explícito y reiterativo de votar por PPK tanto en redes sociales como en la calle a través de la multitudinaria marcha del 31 de mayo lo que completaría la faena. Todos estos hechos hace un par de semanas sonarían improbables, más aún que se susciten uno tras otro poco antes la última semana de campaña. En fin, que este es el país de lo improbable es algo que todos sabemos aunque, qué gusto que esta vez dicha rareza haya jugado a nuestro favor. Esperamos mucho de usted, presidente Kuczynski.