¡Cuidado con los metales!

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El precio del petróleo se encuentra cayendo sostenidamente y ya ha descendido por debajo de los $50 por barril, estando en su menor valor de la presente década. Esto ha sido ocasionado principalmente por la alta producción actual, lo que viene tirando el precio al piso. Si bien hay un debate sobre si este fenómeno es positivo o negativo para el Perú, está claro que existe un país en Latinoamérica que está desesperado por un cambio en la tendencia: Venezuela.

La economía del país gobernado por el presidente Maduro es una de las principales productoras y exportadoras de petróleo en el mundo, llegando a producir dos millones y medio de barriles al día. Cerca del 95% de las exportaciones venezolanas son producto de este commodity, o que hace que el país dependa altamente de su precio. Si este sube bastante, las arcas venezolanas se llenarán, pero si baja (tal como está pasando ahora), el país llanero sufrirá las consecuencias. Actualmente, Venezuela necesita que el precio del petróleo esté en torno a $120 por barril para poder cumplir con sus obligaciones fiscales y no generar déficit. Al estar el precio del barril actualmente por debajo de $50, ya se imaginarán todos los problemas extras que se están generando. Prueba de esto es la infructuosa gira de Maduro entre los países de la OPEP, en un intento porque el cartel modifique su postura y reduzca la producción de crudo para elevar su precio.

¿Si esto le está pasando a Venezuela con el petróleo, le puede pasar al Perú con los minerales? Si nos descuidamos, puede que sí. El Perú tiene una economía medianamente diversificada, donde un 12% a la actividad en el sector minería. Es un número que no parece ser significativo; sin embargo, la participación de la minería en las exportaciones peruanas es de 56% aproximadamente, lo que implica que el grado de dependencia es alto y, a su vez, peligroso. A su vez, este 56% está conformado en un 40% por cobre y 35% por oro–la minería en el Perú se sostiene por estos dos metales. Adicionalmente, existen grandes proyectos mineros que durante este y los próximos años comenzarán a entrar en producción, por lo que la participaciónd e la minería en el producto debería elevarse: Las Bambas, Ampliación Cerro Verde, Quellaveco, etc.

Varios son los especialistas que señalan la necesidad de diversificar la economía para reducir su exposición y vulnerabilidad a los vaivenes de los precios internacionales (sólo como dato, cabe destacar que entre el martes 13 de enero y el miércoles 14 de enero el precio del cobre cayó más de 6%). La clave consiste en impulsar con mayor fuerza otros sectores económicos, para que puedan crecer más que la minería y así tener una economía más diversificada y preparada ante shocks internacionales negativos. Como siempre se dice en casa, no hay que poner todos los huevos en una canasta.