El pasado 29 de noviembre se aprobó el Presupuesto General de la República 2015 (PGR 2015) después de un intenso debate entre los 91 congresistas que asistieron a la sesión (y los demás, ¿donde estaban?) que duró cerca de 20 horas. El titular del MEF y la primera ministra respondieron varias preguntas, para que al final se aprobara el PGR 2015 con 47 votos a favor, 34 en contra y 10 abstenciones. Dicho presupuesto otorga S/. 130,622 millones al gobierno central, presidencias regionales y municipalidades provinciales y distritales, aumentando en casi 10% el PGR con respecto al del presente año. Estos 130 miles de millones de nuevos soles se pueden subdividir por (i) tipo de gobierno y (ii) tipo de gasto.
A continuación haré dos tipos de análisis a cada subdivisión: un análisis vertical y otro horizontal. El análisis vertical se centrará en observar la estructura del PGR en cada año, para determinar los pesos de cada categoría en el presente presupuesto, y poder comparar con años anteriores. Por otro lado, el análisis horizontal se centrará en observar cómo han variado las categorías de un año a otro, y poder comparar los crecimientos de cada categoría con las demás.
Con respecto a la subdivisión por tipo de gobierno, si hacemos el análisis vertical del PGR 2015, podemos observar que el 73.1% está destinado al gobierno central, el 14.8% a gobiernos regionales y el 12.1% restante a los gobiernos locales. Por sí solos, estos datos no nos dicen mucho. Sin embargo, en el presente gobierno de Ollanta Humala, la porción del PGR destinado al gobierno central se mantuvo casi constante en 68.5% del total. De la misma manera, y aplicando el análisis horizontal, el PGR del gobierno central aumentó en 14.7%, mientras que el PGR de los gobiernos regionales y locales cambiaron en 3.3% y -6.7% respectivamente. Este gran cambio en la estructura del PGR responde a la serie de impulsos fiscales que está realizando el MEF para reactivar la economía peruana. Sin embargo, la capacidad de estos impulsos de cumplir su objetivo dependerán de qué tipo de gasto se esté moviendo más.
Entrando más a detalle en el PGR por tipo de gasto, el análisis vertical nos muestra que el 71.6% está destinado a gastos corrientes, el 19.9% a gastos de inversión y el 8.5% restante al pago de la deuda interna y externa. Ahora, ¿esos porcentajes están acorde a la distribución de los anteriores presupuestos aprobados en el gobierno humalista? Pues no. Un promedio del PGR 2012, 2013 y 2014 nos dice que el porcentaje del presupuesto destinado a gastos corrientes, inversión y pago de deuda fue de 63.3%, 27.6% y 9.1%, respectivamente. Gran diferencia. Acá podemos identificar que el impulso fiscal se está dando por un aumento significativo del gasto corriente con respecto a la inversión, con el fin de impulsar la economía y dar un salto de regreso al crecimiento del 5%-6%.
Sin embargo, en el análisis horizontal, el gasto corriente aumenta en 24.8% con respecto al año anterior, mientras que el gasto para inversión se reduce en 23.3%, algo que es alarmante. El aumento en el gasto corriente está bien, pues es lo que la economía necesita, ¿pero reducir el gasto para la inversión en un porcentaje tan alto es responsable? Es decir, ¿no se está descuidando un poco el crecimiento económico potencial? A mi parecer, se está actuando bien al impulsar la economía a su nivel de crecimiento de largo plazo, pero no se debería descuidar la inversión, pues es eso lo que nos permite soñar con el 5% anual en el futuro.
Ahora bien, muchos se preguntarán, ¿por qué se está aumentando tanto el PGR, si al mismo tiempo también se estan disminuyendo los ingresos tributarios? La respuesta es simple: el Perú necesita entrar en un déficit fiscal para reactivar la economía. Desde el 2011 hasta el 2013, el año fiscal ha cerrado en azul debido al alto crecimiento económico que permitía disfrutar de mayores ingresos fiscales. Lamentablemente, este año no ha sido bueno, por lo que han sido necesarios varios paquetes reactivadores, los cuales giraron en su mayoría en torno a la reducción de impuestos y el aumento en el gasto corriente. Esto va a generar que el 2014 probablemente termine en rojo y el 2015, también, lo cual no es malo. Esa brecha entre ingresos y gastos se puede cubrir con deuda, ya sea interna o externa. Actualmente el Perú tiene una deuda cercana al 18% del PBI lo cual es un nivel totalmente aceptable y controlable, más aun tomando en cuenta que nuestras RIN son aproximadamente el 35% del PBI. Esto nos da la facilidad de tomar más deuda en este año y en el 2015 también sin entrar a una zona peligrosa ni preocuparnos por la insolvencia.
Finalmente, creo que el gobierno está mandando un doble mensaje con este presupuesto. En primer lugar, está siendo agresivo en el aumento del gasto corriente y también está centralizando más dicho gasto para asegurarse que se utilice correctamente y se ocasione el efecto positivo deseado en la economía. En segundo lugar, está convencido que el crecimiento económico potencial se mantendrá en un 5%, aún con una disminución (quiero pensar que temporal) en el presupuesto de la inversión pública y un escenario internacional poco favorable. De esta manera, esperemos que se pueda corregir el bache de este año y retomemos las tasas altas a las que ya nos estábamos acostumbrando.