No cabe duda que el Gobierno de Ollanta Humala volvió a sentir un remesón tras la denuncia de reglajes a diferentes personajes de la oposición y del oficialismo. El tema es que esto debilitó terriblemente a la presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, y a todo su gabinete.
Bueno a decir verdad ya estaban debilitados por diferentes razones los ministros Carmen Omonte, Eleodoro Mayorga, Daniel Urreti y Daniel Figallo. Ante esto la Premier llamó a un diálogo con la oposición y los diferentes sectores del país. Al principio Jara sería la que presidiría las conversaciones. Después al ver que nadie le daba bola salió Ollanta Humala a decir que él estaría presente en la tertulia. No obstante todo parece indicar que el presidente busca ganar tiempo para solucionar los cuantiosos escándalos que lo persiguen.
La situación de Martín Belaunde Lossio, las cuentas poco transparentes de Nadine Heredia y el descontento de Marisol Espinoza tras los reglajes de los que supuestamente fue víctima son alguna de las perlas que han puesto en jaque al Gobierno.
El tema es que en conversación con la prensa Ollanta Humala deslizó la teoría de que este gobierno es dialogante desde siempre. Que empezó las conversaciones con el ex premier Juan Jiménez Mayor y que ahora Ana Jara los ha retomado. Decir eso es realmente absurdo. Es cierto que Jiménez convocó a un diálogo pero lo hizo cuando estaba de salida porque al poco tiempo René Cornejo tomó la posta de la presidencia del consejo de ministros. Después pasaran varios meses en silencio y llegó Ana Jara al puesto que ocupa actualmente.
Si este Gobierno quiere dialogar es porque no le queda otra. Lamentablemente estos hechos siempre ocurren para la foto, para dar entender que el Humalismo extiende los brazos a todos en los momentos más difíciles.
El resultado de las conversaciones de este lunes 9 de febrero definitivamente no serán las que espera el gobierno. El hecho de que el aprismo y el fujimorismo no asistan deja un mal sabor al encuentro. Es feo decirlo pero ni Alan García ni Keiko Fujimori ganan puntos por sumarse al supuesto diálogo. Además ellos saben que Humala quiere envolverlos en su crisis y por ello no es un auténtico diálogo nacional.
Las conversaciones por los intereses del país se realizan cuando empieza un gobierno. Justamente en la llamada luna de miel. Después queda claro que se hace por oportunismo y para ganar tiempo.
Una pena que en nuestro país no se converse los grandes temas continuamente entre todos. La reforma del Estado, de salud, de educación y la electoral son los temas que se necesitan plantear cuando el gobierno recién comienza. Parece ser que la soberbia de querer hacerlo sólo hace que los presidentes no dialoguen y más bien confronten. Pero así no se hace patria y quienes pagamos los platos rotos somos todos los peruanos.
Ahora si queremos ser sinceros, ni Alejandro Toledo, ni Alan García y menos el Fujimorismo dialogaron por los grandes temas nacionales. Ojalá que las cosas cambien en el nuevo régimen que se inicia el próximo año.
Ana Jara gana tiempo con estas conversaciones pero no el suficiente para mantenerse en el cargo o por los menos sin hacer los ajustes necesarios en su equipo ministerial.
Gobierno avisado, no mata gente, esperemos.