Editorial: Recluta cuervos…

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Luego de la primera vuelta, e incluso antes de que se diera la segunda, la discusión sobre la posibilidad de un futuro gobierno de Pedro Pablo Kuczynski giró en torno a las complicaciones que este tendría con un Congreso de mayoría fujimorista. Y es que, definitivamente, los números resultaban abrumadores, especialmente con una magra presencia parlamentaria de la bancada oficialista. No obstante, pocos computaron que las verdaderas dificultades a las que se enfrentaría PPK vendrían desde el interior de su bancada y desde la agrupación política que lo llevó al poder.

Si bien es cierto que siempre se habló de la falta de cohesión en las líneas pepekausas –desde su debut en la campaña del 2011 la agrupación se mostró como un collage de intereses políticos sin un norte ideológico común–, nadie hubiera podido pronosticar que, una vez en el poder, los conflictos internos alcanzarían niveles tan absurdos como los que se ven hoy. Y es que la situación se quedaría en el terreno de lo medianamente comprensible si solo se tratara de simples manifestaciones de discrepancia para con los planes del presidente, pero la circunstancia, hoy en día, se asemeja más a un deseo de petardear el gobierno de Kuczynski.

La más reciente muestra de la situación que atañe al oficialismo, llega a través de Jorge Villacorta, quien declaró a un diario local diciendo que el Comité Ejecutivo Nacional de Peruanos por el Kambio, había decidido pedir la renuncia de la ministra de la Mujer Ana María Romero-Lozada. El ex asesor presidencial, que como se recuerda renunció luego de que se descubriera que su nombramiento había sido irregular, dijo que el pedido se justifica en que la ministra fue gerente de la ONG de Alejandro Toledo y que “sería un gesto de usos y costumbres políticas sacarla” de su cargo.

Pero la intención destructiva de Villacorta hacia el gabinete de Kuczynski queda clarísima cuando dice: “El gobierno está copado de tecnócratas y bueno fuera que dieran resultados, pero nada”. Evidentemente, en este caso representado por el ex asesor, existe un ya reportado malestar en las bases políticas de PPK, que se han visto poco beneficiadas con los nombramientos ministeriales. Sin duda el hecho de que el presidente haya pasado por alto a su partido a la hora de formar el gabinete le ha resultado y le resultará perjudicial a la larga. Sin embargo, si lo que la voz de protesta de Villacorta pretende lograr es el fortalecimiento de su partido político, flaco favor le hace tratando de petardear a miembros de la gestión que hoy está en el gobierno, ello solo hace que se les note aún más divididos y debilitados.

El vocero de la bancada de PPK en el Congreso, Carlos Bruce, se esforzó en deslegitimar lo dicho por Villacorta, calificándolo como una opinión personal. Sin embargo, la situación solo exacerba la idea de que no existe mucha coherencia entre lo que sucede en el partido y lo que sucede con sus representantes en el parlamento. Bueno sería si esto se tratara de un caso agudo de mala comunicación, no obstante, el problema se muestra más profundo que eso.

El asunto queda más claro si recordamos el no tan lejano incidente con el inefable Moisés Guía Pianto que, en una conferencia sobre la inclusión de la igualdad de género en el currículo escolar, pidió la vacancia presidencial y la insurgencia popular por el comportamiento de la ministra de Educación. También está la actitud de Salvador Heresi, asegurando, cuando se discutía la censura al ex ministro de Educación, que de ser el ex ministro Saavedra él renunciaría, en un momento cuando se esperaba que todos en la bancada oficialista cerrara filas con el ex ministro. Y lo mismo con el caso de Roberto Vieira, que fue expulsado de la bancada a escasos cuatro meses de iniciado el gobierno.

“Cría cuervos y te sacarán los ojos”, es un viejo refrán para hablar de la ingratitud manifestada por quienes en algún momento uno ha ayudado. En este caso, sin embargo, bueno hubiera sido que Pedro Pablo Kuczynski se hubiera preocupado de “criar” a quienes hoy conforman su partido y su bancada, quizá estarían más alineados con su proyecto de gobierno y se comportarían como un verdadero partido político. Habría que re frasear el refrán pues PPK reclutó cuervos y hoy le están sacando los ojos.