En la noche del sábado 28 de enero un juez federal de los Estados Unidos concedió una suspensión de emergencia de la prohibición de inmigración que impuso el presidente Trump a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
La decisión del juez permite que los ciudadanos de estos países que ya han llegado a los Estados Unidos, así como los que están en camino y poseen visas válidas puedan entrar legalmente al país. Así, esto detiene parte de la orden ejecutiva del presidente Trump, que prohibió a los ciudadanos de esos países entrar en los Estados Unidos durante los próximos 90 días.
Esta prohibición había causado caos en los aeropuertos internacionales del país norteamericano. Muchos viajeros fueron detenidos, prohibidos de abordar vuelos, e incluso retirados de aviones provenientes de países extranjeros. El resultado fue protestas ciudadanas, y se le llamó a la orden ejecutiva una «Prohibición musulmana».
El presidente Trump rechazó las críticas en contra de su decisión. Cuando firmó la orden ejecutiva dijo: «Queremos asegurarnos de que no estamos admitiendo en nuestro país a las mismas amenazas que nuestros soldados combaten en ultramar, solo queremos admitir en nuestro país a aquellos que lo apoyarán y amarán profundamente a nuestro pueblo».