Hace tres semanas tuvo lugar en Perú la vigésima séptima reunión de los líderes de las 21 economías que integran el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico – APEC (por sus siglas en inglés); pero esta no es la primera vez que se congregan los líderes de las principales economías de la región Asia-Pacífico en Lima, ya antes lo habían hecho en 2008, y al igual que en ese año, la situación política y económica de los Estados Unidos marcó ambos encuentros. Veamos.
En 2008, el mundo se remecía con la que es considerada una de las peores crisis económicas de las últimas décadas, la crisis de las hipotecas suprime que remeció a los mercados hipotecario y bancario; el campanazo de alerta de la crisis de 2008 se dio un 15 de septiembre con la caída del banco de inversión Lehman Brothers; luego de este hecho, el gobierno del entonces presidente George W. Bush intervino en el sistema financiero a forma de rescate para evitar la caída del sistema bancario de su país. Dicho esto, la crisis financiera de 2008 marcó la agenda de las reuniones que se siguieron en APEC Perú 2008 a partir de septiembre hasta la cumbre de líderes de noviembre, las temáticas de las reuniones –incluyendo la de líderes- giraron en torno a ver la forma de evitar una quiebra del sistema financiero mundial; como también el de apalear los efectos de la recesión posterior; la cual afectó –grados más, grados menos- al planeta en su conjunto, y la región Asia – Pacífico no fue la excepción. Y en el terreno político, semanas antes, Estados Unidos elegía al demócrata Barack Obama como 44to presidente del país; el cual llegó a sus electores con un discurso esperanzador de cara a la crisis financiera que recién explotaba.
Desde que Perú organizó su primera reunión de APEC hace ocho años, el mundo ha sufrido una serie de cambios políticos, sociales y económicos que han marco un antes y un después del 15 de septiembre de 2008. Durante cinco años (2008 – 2013), los efectos de la crisis financiera de 2008 se hicieron sentir en todo el mundo al punto que dio origen al surgimiento de los “movimientos indignados”, y el discurso anti globalización ganó más adeptos. Esto movimientos vienen manifestando su descontento con el modelo económico actual y piden un mundo más solidario e inclusivo. En el caso peruano, la crisis de 2008 hizo que Estados Unidos dejara de ser el primer socio comercial del país pasando al segundo lugar; China es el principal socio comercial en la actualidad. Durante estos ocho años –entre una reunión de APEC y otra- Perú ha venido suscribiendo una serie de Tratados de Libre Comercio que han permitido que la economía peruana no se viera muy afectada por la crisis de 2008, y así los productos que en su mayoría iban a Estados Unidos vayan a otros mercados.
Ahora, ocho años después, Perú vuelve a organizar un foro APEC, y con Estados Unidos nuevamente marcando la agenda. Ya no como en 2008 por el estallido de una crisis financiera, sino por el riesgo que hay para el libre comercio con la elección de Donald Trump hace casi un mes. Estos temores tienen asidero debido al discurso de campaña del hoy presidente electo estadounidense en contra de los Tratados de Libre Comercio y de buscar que las empresas estadounidenses no se vayan del país diciendo que las que lo hagan -irse- sufrirán las consecuencias. Durante la cita de líderes que tuvo lugar en Lima, los líderes de las 21 economías de APEC suscribieron la declaración de Lima en la cual han dejado en claro su respaldo al libre comercio y a la búsqueda de mayor integración. En esta cita, el líder de China, Xi Jinping ha dicho que China buscará tender puentes, no construir muros.
Solo queda esperar ver lo que vaya a hacer el nuevo presidente estadounidense a partir del próximo 20 de enero en lo referente al comercio y en cómo afrontará sus relaciones comerciales con el resto del mundo, principalmente con China y México. Pero hoy en día, la apertura comercial es clave para el desarrollo, como lo es la libre circulación de personas y mercancías.