El Banco Central de Reserva no está haciendo lo necesario para impulsar la economía en el momento difícil que atraviesa. Esto quedó claro luego de que en la última reunión de directorio del ente emisor, se decidiera mantener la tasa de referencia en 3.25% por tercer mes consecutivo. Y no sólo eso, sino que a la mañana siguiente la alta directiva del BCR señaló que su postura era “neutral”, es decir, podía subir tanto como bajar la tasa de referencia en los próximos meses. En este diario consideramos que dicha decisión es un error, y que aunque el Banco Central es una entidad altamente competente y técnica, en esta ocasión está pecando de tímido, para detrimento de la mayoría de peruanos.
La decisión de bajar o no la tasa, la cual estimula la economía al reducirse (bajo el riesgo, como contraparte, de generar más inflación), puede parecer un aspecto exageradamente técnico, pero es también sumamente importante. Contrario a lo que se cree en la calle, es el BCR, y no el gobierno de turno, el que tiene mayor influencia sobre la economía en el corto plazo (el gobierno sin embargo también contribuye al desempeño de la economía, en menor medida en el corto plazo y sobre todo en el largo). Como referencia, en Chile el Banco Central ha recortado su tasa desde 5.00% hace un año y medio a 3.00%, mientras que en Perú el BCR ha reducido su tasa desde 4.25% a 3.25% en el mismo lapso. En otras palabras, en Chile (que vive una desaceleración similar a la nuestra, golpeada por el precio internacional de los metales, incertidumbre entre los empresarios y decisiones regulatorias internas) el Banco Central ha sido el doble de agresivo que aquí.
Existen razones que pueden justificar esta aparente timidez del BCR: el Perú, a diferencia de Chile, es una economía con una tasa de dolarización alta, y un recorte de tasa empuja al alza el tipo de cambio y dificulta el pago de deudas en dólares para la gente que obtiene su ingreso en nuevos soles. Esta preocupación es justificada. Sin embargo, la cautela de la autoridad monetaria, que ha preferido recortar encajes (la porción de los depósitos que se obliga a los bancos a mantener con el Banco Central) pese a que esta herramienta es menos efectiva que la tasa de referencia, es exagerada en nuestra opinión. El Perú cuenta con amplias reservas internacionales para suavizar la depreciación del nuevo sol; de hecho, el BCR ya las está utilizando. En Lucidez creemos que podrías usarse esta herramienta de manera más decidida, permitiendo de esta forma un nuevo recorte de tasa. La economía claramente requiere de apoyo: pese a que los principales factores a la baja han sido el deterioro de las actividades minera y pesquera así como la caída de la inversión pública en gobiernos regionales y locales, la inversión privada también se encuentra deteriorada. Un recorte adicional de la tasa de referencia podría ayudar en esa materia.
La clase política no se ocupa de las decisiones del BCR por más que son tan importantes como las del MEF, y eso está muy bien, pues el Banco Central debe ser una entidad políticamente independiente. Los países de orientación izquierdista donde esta independencia no es respetada, como Argentina, Venezuela y el Perú de hace tres décadas, enfrentan tasas de inflación de espanto. La prensa, sin embargo, tiene el deber de informar y discutir al respecto. Resulta preocupante que la atención de los medios se concentre en una crítica exclusiva al gobierno, que aunque es responsable en parte de lo sucedido, carece de las herramientas inmediatas que el BCR sí posee. Es hora que el BCR haga más, y lo haga pronto. Las proyecciones de crecimiento para este año se siguen reduciendo, y la timidez en este caso puede costarnos caro.