¿Cómo un país autodenominado anti-imperialista ha logrado fomentar la inversión extranjera y crecer de manera inesperada? ¿Por qué nuestra economía se desacelera mientras la de Bolivia aumenta considerablemente?
En un continente emergente, próspero y lleno de riquezas naturales como es Sudamérica, es satisfactorio ver como países que en un momento parecían destinados a la eterna miseria resurgen y contra todo pronóstico abandonan ese ya rutinario libreto socialista del siglo XXI. Este es el caso de Bolivia, un perseverante país del altiplano que según las últimas estadísticas del FMI (Fondo Monetario Internacional) tendrá un crecimiento de 5.2% en su PIB, poniéndose así por delante de muchos países de la región que observan con confusión este auge boliviano.
Pero ¿Por qué un país el cual promueve la nacionalización de empresas está teniendo tremendo auge económico? Y es que si bien el mandato de Evo Morales se hace llamar socialista, muchos expertos afirman que en la última década Bolivia ha tenido la mayor racha de expansión capitalista jamás vista, como afirma el periodista Miguel Ángel Bastenier en un reciente artículo publicado en “El País”. Esta “racha de expansión capitalista” se debe no solo a la protección judicial a las empresas extranjeras, sino también a los incentivos que se les dan a estas junto a sus cómodas normas tributarias. Y es que el crecimiento de estas empresas se ve reflejado en regiones como Santa Cruz, al cual han llegado no solo diferentes multinacionales de servicios sino también empresas extranjeras combustibles como Repsol y British Gas. El continuo auge boliviano se debe también a la venta del gas natural y a la exportación de este, que a pesar de la baja del barril del petróleo en los últimos meses (de 140 dólares por barril a 80 dólares por barril) la economía boliviana no se ha visto afectada, ya que sus exportaciones de gas han aumentado tras el contrato de YPFB con Petrobras, suministrando así también a Brasil del preciado recurso mineral. Además de las fructuosas negociaciones, los bancos bolivianos otorgan efectivos microcréditos que según el ministro de economía boliviano Luis Arce se han convertido en herramientas para los pequeños empresarios bolivianos.
Gracias a este contradictorio “boom” Boliviano el presidente Evo Morales no solo logró una aplastante victoria electoral reeligiéndose por tercera vez consecutiva (lo que le daría un mandato hasta el 2020) si no que logró vencer en las ánforas de la ex ciudad opositora de Santa Cruz, ciudad en la cual se encuentran las empresas más importantes del país.
Evo ha logrado entonces consolidar un país abandonando aquellas doctrinas populistas, escuchando a los empresarios y fomentando la producción desde los micro empresarios. ¿Que espera el Perú para optar por una economía que de mayores incentivos y mayor protección judicial? Empresas como el grupo Gloria lideran actualmente el grupo de lácteos de Bolivia, es momento de mirar con mayor interés a nuestro olvidado vecino, muchas empresas nacionales ya lo han hecho. Por ahora solo nos queda felicitar al nuevo Evo, uno completamente innovado y consiente que ha descubierto la fórmula para abrir el país altiplánico al mundo.