El Héroe Invisible de la Globalización, por Andres Sanchez Cárdenas

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Se dice que el comercio internacional hace girar al mundo, y probablemente sea verdad; ya que esta actividad ha sido vital a lo largo de la historia, desde tiempos del Imperio Romano, la Ruta de la Seda y la aventura de Colón para buscar una ruta alternativa de comercio hacia el oriente, hasta la globalización comercial con modernos sistemas y tecnologías de conectividad internacional del Siglo XXI. Al momento de analizar los grandes impulsores e este comercio internacional sin precedentes, mucho se habla de las tecnologías de la información y comunicaciones como internet, los celulares, las computadoras, los satélites; u otros elementos como los puertos, los buques, la apertura comercial, la OMC, entre otros. Sin embargo, poco se habla acerca de uno de los pilares del comercio internacional moderno, un invento simple sin mayor complejidad tecnológica, pero que ha tenido un impacto tan importante para el comercio y la globalización. Este impacto es tan importante como el que han tenido los inventos nombrados líneas arriba. Hablamos del contenedor estandarizado para transporte de mercancías.

A pesar de que su impacto suele ser desconocido o ignorado por la mayoría de la población, el contenedor es quizás uno de los inventos más significativos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Esta falta de conocimiento probablemente se debe a que no es utilizado directamente por las personas, ni está disponible en una tienda al alcance de todos y no se ve todos los días en las calles. En ese sentido, prácticamente permanece limitado al ámbito portuario y marítimo, lo que lo hace imperceptible endel día a día de las sociedades. Por ello, no resulta sorprendente que el nombre de su creador, el estadounidense Malcom Mclean, sea igualmente desconocido, por lo que es importante hacer un breve recuento de Mclean y su invento.

Antes de la creación del contenedor estándar, la logística y el transporte en las operaciones de comercio nacional e internacional eran sumamente complicadas, costosas y tomaban una cantidad considerable de tiempo. Las mercancías no tenían un embalaje estandarizado, por lo que se podían encontrar una infinidad de cajas y productos sueltos.Estos eran cargados por los exportadores individualmente dentro de camiones para ser transportados a los puertos en donde debían ser descargados de igual manera, apilados y almacenados, todo ello para luego ser estibados (con grúas o manualmente) dentro de los buques. Este proceso debía repetirse una vez que el buque llegue al puerto de destino, donde las mercancías eran desestibadas, almacenadas y cargadas en los camiones de manera individual y poco eficiente, hasta ser recibidas por el importador. Así, se tenían puertos, almacenes y buques con cientos de miles de cajas, paquetes y pallets de todo tipo de tamaños, formas, embalajes y contenidos, pertenecientes a miles de empresas y personas, presentando un panorama sumamente complejo, confuso e ineficiente.

Todas estas operaciones no solo representaban una enorme pérdida de tiempo, sino que incrementaban considerablemente los costos de transporte, estiba y desestiba, ya que se dependía en demasía de la mano de obra de los estibadores. Sin  ellos no era posible  mantener el funcionamiento de los puertos y la industria del transporte marítimo. En ese sentido, la logística de abastecimiento a las tropas, así como el abrumador envío de armas y suministros durante la Segunda Guerra Mundial, pusieron en evidencia la necesidad de adoptar un sistema de transporte de mercancías más eficiente, necesidad que se hizo aún más notoria tras la expansión del comercio internacional luego de la Guerra. Así, en 1956, Mclean creó la unidad estandarizada de comercio, conocida como “TEU” (Twenty-foot Equivalent Unit), el tradicional contenedor de 20 pies, estableciendo el servicio de transporte internacional en contenedores. El impacto que tuvo la introducción del contenedor en la industria del transporte y el comercio internacional fue revolucionario, ya que redujo drásticamente los costos de manipulación y transporte de mercancías en un porcentaje sin precedentes.

El nuevo sistema de Mclean permitía que la carga fuera organizada dentro del contenedor una sola vez para este sea luego transportado y manipulado como una gran única unidad. Ya no era necesario transportar miles de diferentes paquetes o cajas por separado. De esta manera, el costo de carga por toneladas se redujo de 6 dólares a 16 centavos según la Organización Marítima Internacional; a la vez que se crearon y optimizaron nuevos sistemas de grúas en los puertos, se diseñaron buques especialmente para contenedores y se estandarizaron muchos procedimientos, lo cual hizo el proceso aún más rápido y eficiente. Asimismo, la manipulación de mercancías en el proceso se redujo sustancialmente con la llegada de los contenedores Ello  redujo los salarios de los estibadores y la gran influencia que sus sindicatos tenían para manipular la industria. Esto se daba puesto que durante el sistema anterior, una huelga de estibadores representaba pérdidas catastróficas para las industrias. Por otra parte, el contenedor no solo disminuyó los costos y tiempos, sino que también mejoró notablemente la protección de la carga de accidentes, condiciones meteorológicas adversas durante el trayecto (disminuyendo considerablemente el número de mercancías perdidas o dañadas) y redujo significativamente el robo de mercancías. Todo esto incrementó enormemente el volumen del comercio internacional, el cual se ha cuadruplicado desde 1970.

Hoy en día, el transporte marítimo es tan barato que se dan casos realmente impensados o que podrían sonar ridículos, pero que dejan de parecerlo una vez que se analiza la parte financiera. Por ejemplo, hace unos años un periódico escoces (Sunday Herald) publicó un caso al cual denominó como “la locura de filetear pescado en China” y en el cual contaba que resulta más barato pescar en Escocia, enviar el pescado en contenedores hasta China (para que sea cortado y empaquetado por trabajadores chinos), y enviar el pescado de vuelta hasta Escocia. Ello, , en vez pagarle a los trabajadores escoceses para que corten el pescado en su propio país. Por otro lado, la eficiencia del transporte de contenedores permite que 1 polo o 1 lata de gaseosa puedan ser enviados a otro continente por menos de 5 centavos de dólar. Este importante ahorro no solo alienta el comercio exterior y permite a las empresas ganar un margen más elevado, sino que gran parte de este ahorro es trasladado a los consumidores, los cuales pueden acceder a una infinidad de productos y mercancías a precios relativamente similares a nivel mundial, por lo que definitivamente el contenedor ha sido uno de los grandes artífices en la consolidación del comercio internacional y el proceso de globalización que hemos vivido en las últimas décadas.

En la actualidad, la industria del transporte marítimo de contenedores genera alrededor de 4 billones de dólares anuales, moviliza cerca de 120 millones de contenedores al año entre los más de 4500 puertos de contenedores existentes en todo el mundo, a bordo de miles de enormes buques que en algunos casos pueden desplazar más de 8000 TEUs (Buques Plus).  Dichas naves transportan todo tipo de productos imaginables, muchos de las cuales son esenciales para el funcionamiento y continuidad de una sociedad de un mundo globalizado. Digo ello  ya que se transporta desde alimentos y prendas, hasta smartphones y computadoras, al punto en el que es casi imposible (al menos en las grandes metrópolis) encontrar un hogar, oficina, supermercado, escuela, fábrica, restaurante o tienda que no tenga o utilice algún insumo o producto que no haya sido trasladado en un contenedor.. Solo fíjese en la procedencia del dispositivo en el cual está leyendo el presente artículo y piense como ha sido trasladado hasta su país o ciudad.

El impacto de esta invencion ha sido sumamente importante para elevar la productividad a nivel mundial, el desarrollo de las economías y sociedades del mundo, y sin su introducción al comercio internacional, muy probablemente no habríamos alcanzado el grado de globalización e integración comercial que caracteriza el mundo en el que vivimos hoy en día. A pesar de ello, el contenedor permanece prácticamente ignorado, haciendo su trabajo de manera silenciosa, lejos de los ojos del 99% de las personas, en los océanos de todo el mundo con un alto grado de eficiencia, abasteciendo a las ciudades del mundo con una amplia gama de productos, componentes, insumos, entre otros. Todo ello sin recibir el reconocimiento merecido, que si reciben inventos como el celular, las laptops o los microondas. Por esta razón, el contenedor es el héroe invisible de la globalización.