El nuevo matrimonio de Mourinho

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En el mundo del fútbol, los matrimonios no son algo atípico. Los hay entre parejas de jugadores (Xavi – Iniesta en Barcelona o Suárez – Sturridge la temporada pasada en el Liverpool), entre club y jugador (Giggs en  el United o Totti en la Roma) y sobre todo entre entrenador – jugador.

Para calificar de “matrimonio” una relación entre entrenador y jugador, no debemos fijarnos en cuál es el mejor jugador del equipo, el que más minutos disputa o más goles hace. No. Este matrimonio se centra en el futbolista que da sentido a la forma de jugar planteada; puede que realice un trabajo silencioso o poco llamativo, pero su juego ordena al equipo y encarna desde el campo los deseos de su técnico. Podría resumirse así: Si dicho futbolista no está presente, probablemente el equipo cambie la forma de jugar.

José Mourinho es un especialista contrayendo nupcias de este tipo. Analizar dicho factor en este técnico en particular es muy interesante porque ha desarrollado su carrera en varios clubes distintos, por lo que ha tenido la oportunidad de entrenar una gran cantidad de jugadores, armando diferentes planteles muy competitivos.

Si en su primera etapa en Chelsea el elegido fue Didier Drogba, cuando pasó al Inter el técnico se fijó en Wesley Sneijder. En el libro “Mourinho. Los secretos de su éxito”, el holandés cuenta que ni bien bajado del avión, en su primera noche con su nuevo equipo (y un día antes del derbi ante el Milán), su nuevo técnico se le acercó y le dijo: “Tú juegas mañana. Titular. Desde el primer minuto. Confío en tí, confía en que vas a ganar el derbi”. El Inter goleó 4 – 0 y Sneijder firmó no solo uno de los mejores partidos de su carrera, sino que se convirtió en el baluarte del equipo del “triplete” en la temporada 2009-2010. Ya en el Real Madrid, fue Xabi Alonso quien manejó la batuta del equipo durante los tres años del portugués, sin embargo a su retorno a Londres la temporada pasada, no se encontró ninguna figura que cumpla con estas características… ¿Hazard? ¿Terry? ¿Azpilicueta? Ninguno terminó de convencer.

Esta temporada, el Chelsea ha comenzado como un avión y una de las causas es que Mourinho ha dado por fin con su nuevo aliado: Nemanja Matic.

Lo del serbio esta temporada pinta para legendario. El jugador de 26 años regresó a Stamford Bridge en Enero del 2014 y desde entonces se hizo cargo del equipo. Con su 1.90m de estatura y una aceleración en corto sorprendente; Matic presiona, roba, distribuye e incluso acompaña la jugada por detrás de la línea de la pelota hasta el borde del área (así hizo el cuarto gol del Chelsea en el 3-6 frente al Everton). Lo más sorprendente es que puede jugar como mediocentro único y desde ahí ordenar al equipo tácticamente para salir a presionar al rival o cerrar al equipo atrás en dos líneas de cuatro muy pegadas, dependiendo de lo que la situación amerite. En estos momentos solo se me ocurren otros dos jugadores en el mundo que pueden controlar el desarrollo de un partido de esta manera: Sergio Busquets y Xabi Alonso. Matic está al mismo nivel de los dos.

En este matrimonio, Cesc Fábregas y Diego Costa vendrían a ser los padrinos. El primero salió de un Barcelona donde nunca encontró su sitio. Probó de todo: falso “9”, interior, extremo,… pero Cesc nunca mostró el juego que lo llevó a ser uno de los mejores mediocampistas del mundo. Con Mou, jugando por delante de Matic o a su lado, Cesc está regresando al nivel que todos conocemos: 4 asistencias en los primeros tres partidos de liga lo confirman. Diego Costa, por el otro lado, le está devolviendo al técnico la confianza al marcar 7 goles en sus primeros 8 ocho encuentros como jugador “blue” (incluyendo amistosos), de esta forma le soluciona el problema a un Mourinho que se pasó la mitad de la temporada pasada quejándose en ruedas de prensa sobre la falta de gol de su equipo. Un problema que muy probablemente le costó la última Premier League.

Este Chelsea esperanza. Línea por línea cuenta con jugadores de mucha calidad y se da el lujo de tener que dejar en el banquillo o alternar a estrellas como Ramires, Schürrle, William o Drogba. Sin embargo, la magia de este equipo está en su nueva unión: Apadrinados por Fábregas y Diego Costa, el matrimonio Mourinho – Matic buscará llevar al Chelsea a la cima del fútbol europeo. Hasta que el fútbol los separe.