El presidente y el ‘troncho’ inofensivo, por Hugo Olivero

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Parece que cada vez que PPK da su opinión en algún tema, tenemos que «interpretarlo», ya que, o no puede ser lo suficientemente claro o su club de fans insiste en que no dijo lo que dijo. Me sorprende también que, acabada la campaña electoral y con Keiko Fujimori ausente y sin protagonismo -por el momento-, uno no pueda criticar al presidente sin que sea tildado de fujimorista, sinvergüenza o algo por el estilo.

Comprendo, desde luego, que con sus recientes declaraciones PPK no está manifestándose a favor de las drogas en general ni sugiriendo que deberían legalizarlas. No obstante, sus palabras dejan mucho que desear. Sí, un troncho puede ser el fin del mundo para quien se vuelve adicto a la marihuana e incluso esa misma adicción le abre las puertas a otras drogas, que terminan minando su organismo, afectando sus relaciones con los demás, llevándolo a mentir y hasta trabajar solo para comprarse estupefacientes. No lo he visto de lejos, ni me lo contaron: lo he vivido en mi familia.

Quienes han salido a defender una virtual legalización de la marihuana a propósito de lo dicho por el presidente se hallan prácticamente obligados a ignorar estadísticas, estudios científicos -o bien, preferir pseudo estudios-, literatura médica y, por sobre todo, el drama de las personas adictas a la marihuana u otras drogas, que viven en un estado de negación y se ven arrastradas a toda clase de mentiras y tretas para cobijarse en un mundo paralelo, huyendo de la realidad y las responsabilidades. Ahora bien, ni todos los que consumen marihuana son irresponsables ni adictos, es verdad, y podemos extender el mismo razonamiento a quienes esnifan cocaína o se inyectan heroína de vez en cuando, «en dosis moderadas». Sencillamente, «saber drogarse» y hacerlo bien, no justifica o trivializa el consumo de ninguna droga.

Vivimos una intensa campaña mundial de aceptación social de la marihuana promovida por multimillonarios como George Soros que sin escrúpulos destinan sendos recursos para su legalización. La imagen que nos están vendiendo es la del marihuanero responsable: es exitoso, quizás un empresario, creativo y tiene sus ratos de ‘tronchos’. O bien, se nos muestra al consumidor ocasional e inofensivo, que fuma una vez al mes o en alguna fiesta -y de hecho, todos conocemos uno-. Pero en el otro extremo, lo que no se nos muestra, lo que se está tratando de asociar con el conservadurismo y los prejuicios es la realidad de los jóvenes que consumen esta droga de forma adictiva, que perjudican a corto plazo su salud, que descuidan su futuro, que gracias a la marihuana y a su submundo, se ven probando drogas aun más letales. Y por supuesto, no se menciona lo que una familia tiene que sufrir para ayudar a uno de sus miembros a desintoxicarse.

Le recordaría al presidente que el consumo de marihuana está aumentando de forma alarmante en nuestro país: 103 mil nuevos usuarios en los dos últimos años según el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro). Yo creo que PPK es empático frente a esta realidad, por lo que le daría un sencillo consejo: que hable sin medias tintas. Sus detractores no tendrán con qué atacarlo y los que esperamos más de él, no nos veremos decepcionados.

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