El próximo presidente del Perú, por Gonzalo Indacochea

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Durante las próximas semanas reflexionaremos sobre los criterios de decisión para escoger al próximo líder del Perú. En esta primera entrega conversaremos sobre las claves del liderazgo. Un líder requiere, para empezar, 2 cosas: alta credibilidad humana y alta competencia profesional (gestión pública, políticas económicas, etc).

Estas son las 2 condiciones fundamentales para el ejercicio del liderazgo, las que sustentan la confiabilidad que requiere una persona para otorgarle la gran responsabilidad de influenciarnos y conducirnos.

Escoger a un candidato con alta credibilidad moral y baja competencia no es la solución, aún trabajando con un equipo profesional, tiene que decidir en última instancia y sus elecciones estarán distorsionadas por su escaso conocimiento de la realidad que le toca gobernar, lo que impactará negativamente en la sostenibilidad (por ejemplo: económica) del país.

Escoger a un candidato con alta competencia profesional y baja credibilidad humana tampoco es la solución (a pesar de que gozaría de altas probabilidades de decidir eficientemente sobre todo lo técnico) y es que su baja moral y orientación a personas, distorsionará fines y medios, personas y recursos, lo que impactará en la sostenibilidad (por ejemplo: de su equipo de trabajo, política y social) del país.

Evidentemente la alternativa de baja credibilidad humana y baja competencia profesional es la que debiera descartarse automáticamente, aunque por la baja formación moral y educación técnica que tenemos en el país (aunque ha mejorado, esto durará unas décadas más) ha venido ocurriendo que se ha estado escogiendo alternativas peores. Ojo: no por mala voluntad de la ciudadanía, sino por des-conocimiento. Esto último debiera llevarnos a orientar el debate electoral en lugar de caer en los shows mediáticos que no hacen otra cosa que alejarnos del verdadero discernimiento (probidad moral, propuestas técnicas y equipos de trabajo) para escoger la mejor alternativa.