El respeto no debe quedarse en casa, por Alfredo Luna Victoria  

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Sinceramente no sé qué es  exactamente lo que pasa por la cabeza de Silvio Valencia. No es un practicante, no es un primerizo en medios de comunicación. El nombre de Silvio Valencia es conocido en el periodismo deportivo. Y me sorprende enormemente todo lo que ha podido salir de su boca en las últimas horas. De pasar a faltarle el respeto a un jugador de fútbol a insultar a las mujeres en su labor en este preciosa profesión.

Primero mencionar que uno desde su lugar como periodista no puede darse el lujo de ningunear a sus invitados o enlazados al programa donde conduce. Valencia prácticamente le dijo su vida y menosprecio la carrera de Johan Fano. Es cierto, Fano está en el punto final de su carrera y cada vez que puede declarar lo hace picantemente, con la intención de volver a ser tomado en cuenta en la selección peruana. Aprovechando su irreprochable sacrificio que dio cada vez que vistió la blanquirroja. Con ya 37 años, digamos que no es la voz autorizada para opinar de quién debe vestir la camiseta de la selección peruana. Sin embargo, Valencia se empecinó en recriminarle al delantero nacional que él no era nada en comparación a Gianluca Lapadula, el sonado delantero italiano de madre peruana que ha decidió tomarse su tiempo para decidir si viste la blanquirroja.

No soy fanático de Fano, ni de su juego, ni de sus declaraciones. Pero de lo que soy fanático, es del respeto. Ese valor del que todos hablan pero pocos practican. Ese valor que nos enseñan en casa y por extensión lo usamos en nuestros centros laborales o de estudios. Sí señor Valencia, Johan Fano no jugó en Europa y mucho menos juega al nivel como lo hace Lapadula. Pero el nombre de Johan Fano es conocido en el fútbol colombiano por lo que hizo con el Once Caldas y cada vez que se le fue requerido para jugar por la selección respondió hasta cumpliendo con lo que no le correspondía.  No defiendo a Fano, su forma de tratar a los demás tampoco me deja satisfecho. Sin embargo usted Silvio Valencia, es un profesional en este medio. Y, a diferencia de Fano, no se gana la vida jugando al fútbol.  Dentro de la profesión del periodismo debe primar el respeto, si el otro lo pierde, no es motivo para ponernos de igual. ¿Acaso su opinión debe estar desacreditada porque existen millones de periodistas con estudios en el extranjero y mejores que usted? No lo creo.

Pero lo que más indignante es la manera como usted se refirió al género femenino en su labor en el mundo del fútbol. Fue válido criticar la labor arbitral de Yeiler Flores, pero todo lo que dijo después fue innecesario. Si lo pensaba debió quedarse ahí, en su cabeza. Señor, ahí la pregunta sí va para usted ¿Quién es usted? ¿Qué sabe de la vida de Yeiler Flores? Las mujeres dignifican cualquier profesión. Y estoy seguro que hay muchísimas mujeres podrían hacer su trabajo e incluso algunas hacerlo mejor  ¿Vender zapallos, fruta, cocinar? ¿Acaso en su limitado universo eso es lo que deberían hacer las mujeres? Sin ir a las palabras porque lo que usted dijo creo que no es digno de repetir. Señor Silvio Valencia, decepciona. Con todo su recorrido en el periodismo deportivo ¿Acaso era necesario esto? ¿Deseaba llamar la atención? ¿Tiene idea de cuantos morimos por estar frente al micro con el que usted habla tanta tontería? Por si no le queda claro, las mujeres no sólo cocinan y venden tamales, una mujer puede ocupar su puesto en la radio, una mujer puede quitarle a su pareja y de una mujer seguramente se enamorará su hijo o hija, sólo para que le queda claro. Acá paramos la pelota.

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