Ernesto Blume: “Todo esto me hace recordar a los años 90”

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Luego de que se difundiera una presunta reunión en un restaurante de San Borja entre el presidente del Tribunal Constitucional, Ernesto Blume, y la abogada de Keiko Fujimori, Giulliana Loza, el titular del TC denunció que le están haciendo seguimiento y que la coyuntura le recuerda a los años 90, como en el régimen de Alberto Fujimori.

“Es evidente que me están siguiendo, que hay un reglaje, están buscando información sobre mí cuando no tengo absolutamente nada que ocultar (…) No tengo absolutamente nada que ocultar. Todo esto me hace recordar a los años 90 en los que, como asesor principal de Alberto Andrade, alcalde entonces de Lima y líder de Somos Perú, Vladimiro Montesinos dijo ‘hay que tocarle el pellejo a Blume’. Entonces, teníamos los teléfonos intervenidos y había reglaje contra nosotros. Casi veinte años después, me encuentro en lo mismo”, dijo a Correo.

Quien tuvo la ponencia del hábeas corpus que dejó en libertad a la excadndidata presidencial alertó que está siendo víctima de “reglaje”, pese a que no se animó a señalar responsabilidades.

“No la vi a la abogada Giulliana Loza. No la vi y, por ende, no la saludé y no conversé con la abogada de la ciudadana Keiko Fujimori. Lo digo claramente: Yo nunca vi a la señora Loza. La única vez que la he visto es en la audiencia en el TC durante el hábeas corpus de la ciudadana Keiko Fujimori”, subrayó.

Finalmente, Ernesto Blume expresó ofuscado que existe una intención «siniestra y delirante» que lo acusa de tener un encuentro público con la abogada de Keiko Fujimori.

“Si usted se refiere al video que están difundiendo, le aclaro que la dama con la que salgo es mi esposa y nos acompaña un amigo con el que mantenemos mi esposa y yo una larga amistad. Han buscado confundir a la doctora Loza con mi esposa. Se trata de una confusión adrede o una manipulación burda, absurda, sospechosa. No creo, a estas alturas, en una confusión inocente (…) Todo esto es parte de una campaña que ha superado todos los límites. Es una suerte de actitud paranoica que ha llegado a niveles de delirio”, sentenció.

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