Realmente absurdo y con tufillo político fue el anuncio del Jurado Electoral Especial de Lima Centro, que declaró improcedente la inscripción de la candidatura del ex alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, por consignar una inexacta información respecto a sus estudios universitarios.
Si vemos con más detalle la resolución que aparentemente saca de carrera al líder de Solidaridad Nacional veremos que no se condice con un hecho grave, ocultamiento de actos de corrupción, sentencias judiciales, entre otras perlas. Aquí ha habido un error de formas. Castañeda estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú y se licenció en la Universidad San Martin de Porres. No se puedo hablar de una falta terrible que lo tenga que apartar necesariamente de la elección del 5 de octubre. Si hubiera expertos electorales en la confección de la resolución quedaría más que claro que se le debió comunicar al candidato el error cometido, subsanarlo y luego seguir adelante.
Es claro que los jurados especiales electorales sólo se forman en tiempos electorales, y por eso es más que evidente que el tufillo político los influye en sus resoluciones y que la falta de pericia jurídica aparece a borbotones.
El ciudadano Álvaro Peláez presentó la tacha contra Castañeda y dijo no tener motivaciones en su pedido. Sin embargo este despropósito queda más que claro que alguien viene a favorecer. Definitivamente Susana Villarán no es la que logrará captar el voto solidario si es que se impone la arbitrariedad, más bien Salvador Heresi o Fernán Altuve podrían ser los favorecidos. No resulta por eso raro cuando se menciona que allegados al alcalde de San Miguel estarían detrás de descarrilar al ex alcalde de Lima.
Entonces queda claro que el tema de formas es el que se ha impuesto en esta resolución. No hay que ser partidario de Castañeda para darnos cuenta que habido mucha celeridad a la hora de evaluar sus estudios y en lugar donde se tituló. Hay que tener cuidado de no vulnerar el derecho de elegir y ser elegido, ese que es primordial para el mantenimiento de una democracia.
Algunos comparan este caso con el de Alex Kouri, quien en 2010 intento postular a la alcaldía de Lima con un domicilio fiscal errado. Aquí si hubo una intención de aprovecharse, mentir y evitar a la capital como la ciudad importante del entonces candidato. Kouri gobernó y vivió durante años en el Callao. Era imposible que pudiera justificar un domicilio valido ante el JNE en Lima.
Entonces queda más que claro que el formalismo del Jurado Especial Electoral de Lima Centro no actúa con ponderación ni con libertad cuando excluye a Luis Castañeda Lossio de las elecciones del 5 de octubre. Aquí el tufillo político se hace más evidente, más aún cuando el voto no ha sido por unanimidad, y estamos hablando de que el fallo tuvo a dos personas a favor y una en contra.
Se puede tener dudas sobre el líder de Solidaridad Nacional, estas pueden ser válidas o erradas. Sin embargo el limeño tiene derecho a elegir a sus gobernantes con libertad. Si se excluye al ex burgomaestre los limeños tendrán que elegir entre los que queden en el partidor, pero lo harán porque no habrá otra opción al imponerse una arbitrariedad.
Dejemos que los ciudadanos limeños elijan entre todas las opciones y que el candidato con mayor opción hasta el momento pueda competir de igual a igual. Eso es la democracia. Castañeda tiene derecho a postular y el pleno del Jurado Nacional de Elecciones tiene que hacer valer ese derecho ante la apelación presentada y hacerle entender a la opinión pública que ellos sí manejan las leyes, que ellos no se prestan a los formalismos, ni a las jugarretas políticas que venden su alma al diablo con tal de dejar sin piso a un candidato o candidata.
Finalmente desde esta tribuna no puedo dejar de decir que no creo que el Gobierno de Ollanta Humala esté detrás de estas jugarretas, aunque bien se podría decir que mientras la gente está distraída, el oficialismo puede hacer y deshacer sin que nadie le diga nada. Solidaridad Nacional ha integrado la Mesa Directiva del Congreso estos últimos años. Mal haría el Gobierno si le mete zancadillas a quien le ha dado la tan ansiada estabilidad.