El presidente de Francia, Emmanuel Macron, declaró que a partir del viernes, entrará en vigor un nuevo confinamiento obligatorio nacional para ciertos sectores económicos, a raíz de los constantes aumentos de contagios por COVID-19.
«Después de sopesar los pros y los contras, decidí que era necesario volver, a partir del viernes, a un encierro que permita detener el virus», ha explicado el presidente de la República francesa, tras reconocer que están «desbordados con la segunda ola, que será más dura y mortal que la primera».
A diferencia del confinamiento impuesto entre marzo y mayo, esta vez sí estarán abiertas las escuelas. Sin embargo, los bares, restaurantes y negocios no esenciales en general, se mantendrán cerrados, por lo menos hasta inicios del diciembre.
Si bien el Estado francés quería evitar a como de lugar un segundo confinamiento nacional, las medidas previamente tomadas (toque de queda nocturno) no dieron el resultado esperado, puesto que los casos de nuevos contagios se incrementaron exponencialmente.