Hillary Clinton ha empezado a reclutar a antiguos asesores del presidente Barack Obama para su campaña en ciernes, una operación política medida al milímetro con el fin de evitar los errores que frustraron sus aspiraciones presidenciales en 2008.
La campaña de Hillary Clinton 2016 es el secreto peor guardado en Estados Unidos. No es oficial, pero se da por seguro que salvo causa de fuerza mayor la exsecretaria de Estado competirá por la presidencia en unas de las primarias demócratas menos disputadas en décadas, puesto que se le ve como amplia favorita, y con una experiencia obtenida a lo largo de sus funciones como Primera Dama, y, sobretodo, como secretaria de Estado.