Histórica visita del Papa Francisco al congreso norteamericano, ¿qué dijo?

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Este jueves, el Papa Francisco visitó el Congreso de los Estados Unidos, pasando a ser el primer pontífice en pisar la sede del legislativo. A lo largo de su discurso se refirió a temas como el fundamentalismo religioso e ideológico, la defensa de la vida humana, la migración y la paz.

«Sabemos que, en el deseo de querer liberarnos del enemigo exterior, podemos caer en la tentación de alimentar el enemigo interior», dijo al inicio de su discurso, en clara alusión de cómo se resuelven algunas medidas, muchas veces, priorizando intereses personales.

El Papa hizo un llamado especial a ejercer una correcta labor política: «Vuestro trabajo debe ser en devolver la esperanza, corregir las injusticias, mantener los compromisos y de esta manera promover el bienestar de  las personas y de los pueblos».

Condenó las nuevas formas de injusticia social, como puedan ser, quizás, la pena de muerte. » luchar para erradicar las nuevas formas de esclavitud que nacen de nuevas injusticias, que puede ser solo superado con nuevas políticas y nuevas formas de consenso social».Sdin título

En clara alusión a la migración, dejó en claro que hoy en día, todos han sido migrantes internacionales o todos tienen antepasados de otro lugar. Él mismo narró que no es natural de Argentina, sino de otro país. En este sentido, dijo que siempre se debe «responder de una manera que sea siempre humana, justa y fraterna. Tenemos que cuidarnos de una tentación común de hoy: descartar lo que nos molesta. Recordemos la regla de oro. Hagan ustedes con los demás que que quieren que hagan con ustedes».

El obispo de Roma procedió a aplicar la ‘regla de oro’ a otras situaciones: «Si queremos seguridad, demos seguridad, si queremos vida, demos vida, si queremos oportunidades, demos oportunidades. La medida que usamos para los demás que sea la medida que el tiempo usará para nosotros«.

Entre líneas, dio un evidente mensaje contrario al aborto: «La regla de oro también nos recuerda la responsabilidad que tenemos que defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo. Estoy convencido que este es el mejor camino dado que dada vida es sagrada, cada persona humana está dotada de una dignidad inalienable».

Finalmente, agregó que se une a los obispos norteamericanos quienes se han manifestado recientemente en contra de la pena de muerte. «No solo de uno con mi apoyo, sino también ofrezco aliento a cuantos están convencidos de que una pena justa y necesaria nunca debe [concluir en la muerte]».