Ingenuidad autodestructiva, por Carlos San Román

“¡Tranquilos que nada va a pasar!  El Congreso no lo va a permitir.”
“Si hacen algo malo, los sacamos como a Merino.”
“Son unos exagerados, esto no será Venezuela.”
“El nuevo equipo técnico da tranquilidad a los empresarios y a la banca.”

¡Cuánta ingenuidad!  Tenemos suficientes pruebas e indicios a nivel regional, como para por lo menos dudar del futuro del país si es que cae en manos del dúo diabólico de Castillo y Cerrón. Creer que el Legislativo los podrá contener cuando ya vimos lo débil que es, me hace pensar que no solo son cándidos, sino que podría ser pérdida de memoria a corto plazo.

“Sacarlos como sucedió con Merino” es más de lo mismo y viene mezclado con arrogancia. Una pandilla de 100 o 200 delincuentes contratados no podrá esta vez contra un gobierno que, fácilmente, se podría convertir en dictatorial y ponerse agresivo, sin respetar a los manifestantes.

Decir que esto no será como en Venezuela si cobra sentido.  ¡Yo creo que esto puede ser mucho peor!  Lo menciono ya que, desde el punto de vista económico, nuestra capacidad de aguantar algún tiempo despilfarrando dinero como se hizo en dicho país, no existe. Perú no tiene el respaldo del petróleo a más de USD 100 el barril y nuestro cobre no es comparable con el crudo.  Además, recordemos quienes están detrás de Perú Libre: grupos radicales y sanguinarios terroristas dentro o en los alrededores.

Finalmente, pensar que el “nuevo” equipo técnico da seguridad, se me hace risible. La única diferencia entre el plantel que se presentó en el debate y el ahora liderado por el contradictorio Sr. Francke, es que este tiene mayor facilidad de palabra.  El nivel de inocencia genera la risa de muchos, pues ya sabemos quién es el titiritero.

Como el mismo Cerrón ha anunciado, esta es una agrupación de invitados que no conocen su lugar. No son unos ignorantes, pero son socialistas y comunistas que, para efectos económicos, es igual.  Nos van a quebrar como han quebrado todo lo que alguna vez tocaron.  Me sorprendería que algún empresario se sienta tranquilo realmente.  Más bien, considero que intentan trasladar tranquilidad para que la economía no se vaya al subsuelo.  Dudo que le crean al Sr. Francke.

Toda esta ingenuidad es autodestructiva.  Se están queriendo convencer de que nada malo o algo no tan malo va a pasar.  Como en el cuento del Flautista de Hamelin, acá son los propios ilusos quienes tocan la flauta y caminan hacia el río profundo, hacia su ruina. Ingenuos y “dignos” hoy deberían, así como estamos haciendo millones, decir no la escandalosa trampa electoral, en lugar de justificar, bajar los brazos y decir que todo va a estar bien o que las cosas no serán perjudiciales.

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