La casa ubicada en Trujillo que habría sido remodelada como soborno al congresista Héctor Becerril ya no se encuentra a su nombre. El legislador transfirió la vivienda a su esposa Matilde Morales, según informó esta mañana el diario Perú 21.
Como se sabe, Mirtha González denunció en Cuarto Poder que la casa de parlamentario se remodeló como pago por un soborno a cambio de obtener una licitación en Chiclayo.
Se trata de una remodelación completa que incluyó la implementación de un costoso porcelanato extranjero a cambio de que Becerril utilizara sus contactos para favorecer a la empresa de Gonzalez.
La empresa CRD (que González representaba) ganó efectivamente una licitación para obras en la planta de tratamiento de residuos de Chiclayo. Luego ella fue la encargada de pagar sobornos a otros funcionarios.