Cuando en 1808, Napoleón solicitó el permiso del Rey Carlos IV de España, para cruzar dicha nación con la finalidad de atacar a Portugal, los españoles nunca imaginaron que las tropas francesas se quedarían en España hasta 1814, año en el que luego de una larga y salvaje guerra de independencia, los franceses fueron expulsados por las tropas y las guerrillas españolas, apoyadas por Inglaterra con el Duque de Wellington. Poco más de cien años después, cuando guerrilleros comunistas comenzaron a invadir Corea, las tropas de Estados Unidos prestaron su ayuda poco a poco, terminando dicha ayuda en una guerra que concluyó dividiendo a Corea en dos. Años más tarde, cuando guerrilleros comunistas invadieron Vietnam, nuevamente tropas norteamericanas prestaron su ayuda, desatando una sangrienta guerra que terminaría dividiendo a Vietnam en dos países. Como se puede apreciar, la intervención a escala de tropas norteamericanas en otros países, por lo general terminaron generando serios conflictos.
Recientemente, el Congreso de la República autorizó el ingreso de tropas de los Estados Unidos al territorio nacional, mediante la Resolución Legislativa 30302, aprobada el pasado 29 de enero. La operación cuenta con la aprobación del Congreso norteamericano. Según declaraciones oficiales, el ingreso de estas tropas serviría para mejorar en la lucha conjunta con los soldados de la Marina peruana, contra los insurgentes y narcotraficantes. Las fuerzas del ejército del Perú se enfrentan regularmente con el grupo guerrillero Sendero Luminoso –el cual se encuentra con una nueva estrategia de ser aliada del narcotráfico- y Perú ha manifestado que requiere de al menos 2.500 efectivos para redoblar la presencia de tropas, en las zonas menos accesibles. Las mencionadas tropas norteamericanas se encuentran arribando al Perú en tres etapas: el primer contingente, compuesto por 58 soldados, arribó a territorio peruano el pasado 1 de febrero. Dicho contingente permanecerá en el Perú un periodo de un año. El segundo contingente, formado por 67 soldados, ingresó al país el pasado 15 de febrero y según recoge el documento que lo autoriza, estarán por espacio de un mes y medio con fines de «entrenamiento». El tercer y último contingente desembarcará el 1 setiembre de este año. Dicho contingente, el cual es el que más nos preocupa, está conformado por nada menos que un total 3.600 soldados norteamericanos, y de acuerdo con la solicitud efectuada, ingresaría en calidad de “visita” por un espacio de 6 días. Cabe mencionar que el ingreso de estos contingentes de tropas de los Estadios Unidos, son fruto de los acuerdos de cooperación militar suscritos entre el Perú y Estados Unidos, como el caso del Convenio de Cooperación Político-Militar, cuyo objetivo es estrechar la colaboración de USA en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, la seguridad nuclear y la asistencia humanitaria.
Efectivamente, el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos ha estado ayudando a las fuerzas militares peruanas a combatir a los insurgentes y narcotraficantes en las zonas del país en donde este flagelo se encuentra ubicado. Así por ejemplo, tras una misión de instrucción que se prolongó seis semanas en Villa Rica, Oxapampa, a finales de noviembre de 2014 retornó a EEUU un equipo del Cuerpo Sur de los Marines de los Estados Unidos. La capacitación se llevó a cabo en esta zona montañosa, cuya geografía es comprendida por un área selvática de densa vegetación, se asemeja a la del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, esto es, del famoso VRAEM, en donde como es de conocimiento de todos, se ha hecho fuerte Sendero Luminoso, el cual ha resurgido en los últimos años como consecuencia de su alianza con carteles de drogas.
Según información del Marine Corps Times, los Marines están ayudando a las Fuerzas Armadas del Perú a combatir estas amenazas insurgentes. El almirante Luis De La Flor Rivero, comandante en ese momento del Cuerpo de Infantes de Marina de Perú, afirmó que la lucha contra la insurgencia y los carteles en el VRAEM es su prioridad principal. Cada seis meses envía cerca de 600 de sus Infantes de Marina a la zona. Según el almirante, se está trabajando para incrementar el tamaño de su fuerza de 3.500 a 6.000 hombres, con el fin de aumentar el tiempo de permanencia de sus tropas entre las misiones. Dado que cada vez son más los Infantes de Marina que se envían al VRAEM, el entrenamiento que realizan con los Marines de los Estados Unidos es fundamental, precisó. De otro lado, el General John Kelly, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, visitó el VRAEM en septiembre pasado para analizar con las autoridades correspondientes, la mejor fórmula para que ambos países intercambien conocimientos en materia de combate. Según informó Kelly al Marine Corps Times, el Perú estaba interesado en contrarrestar el creciente uso de artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) que los insurgentes y carteles utilizan para atacar a las tropas.
Así mismo, es interesante lo señalado por el Sargento de artillería Tim Lynch, técnico de la Unidad Móvil de Eliminación de Artefactos Explosivos, el cual relató que trabajó con los peruanos para ayudar a identificar y abordar los tipos de artefactos explosivos improvisados con los que probablemente se encuentren en sus misiones. Las amenazas que enfrentan incluyen una mezcla de situaciones que los Marines estadounidenses han visto alrededor del mundo, incluidas las trampas explosivas que mutilaron a las tropas en las selvas de Vietnam. Lynch comentó que el terreno es completamente opuesto al que los Marines estadounidenses estaban acostumbrados en Afganistán o Irak –lo cual es obvio-, y presenta desafíos particulares para los peruanos. Se entrenaron 120 Marines que se dirigieron pronto al VRAEM y aproximadamente 50 comandos peruanos. Lynch comentó que los comandos tienen técnicos de Eliminación de Artefactos Explosivos (EOD, por su sigla en inglés) que se capacitan para enfrentar las amenazas.
Sin embargo, el ingreso de estas tropas sigue despertando suspicacias y preocupación. Según el investigador principal del Instituto del Perú, Miguel Santillana, la iniciativa de EE.UU. se fundamenta en su interés por conservar su presencia militar en Sudamérica, a expensas del pueblo peruano: «Los norteamericanos tienen una presencia en Perú como en cualquier país de América Latina, porque sienten que somos su zona de influencia. Ellos se sienten con el derecho de tener presencia oficial y no oficial en nuestro territorio», declaró Santillana. Según el diario español, ‘El País’, el convenio comenzó a forjarse en 2012 y se concretó el pasado 19 de marzo en Washington a través de un memorándum. El analista político Alfredo Gutiérrez considera la razón por la que EE.UU. apoya un convenio con Perú es «por su posición estratégica», lo que -asegura- les va a permitir estar cerca de Bolivia y de Ecuador: «El hecho de que Bolivia y Ecuador son dos países que están avanzando, al igual que Venezuela, en la línea socialista, preocupa mucho a EE.UU. El experto considera que EE.UU. quiere por un lado «detener el avance socialista» de Latinoamérica, mientras que por otra parte existe un interés «estratégico» debido a que en Perú hay grandes yacimientos de «metales como el uranio». En el documento se prevé el intercambio de tecnología, así como el entrenamiento y asesoramiento técnico entre ambos países. Así, se espera que EE.UU. ceda aviones no tripulados al país andino, a cambio de que Perú comparta su experiencia en el desmantelamiento de minas antipersona. Por último, debemos mencionar un Comunicado reciente de la Marina de Guerra del Perú indicando que el ingreso de las tropas norteamericanas forma parte del “Programa de actividades Operacionales de las Fuerzas Armadas del Perú con Fuerzas Armadas Extranjeras”.
En fin, a modo de conclusiones –aunque más son interrogantes- diremos que una cosa es que vengan asesores del ejército de USA o de la DEA a entrenar y enseñar a nuestras tropas… pero ¿3,600 soldados norteamericanos en nuestro país? Parece demasiado… ¿No tenemos ejército o Fuerzas Armadas acaso? ¿Cuál es la realidad y el verdadero objetivo de todo esto? ¿Se quiere hacer del Perú un aliado de USA al estilo de las bases de la OTAN en Europa? ¿Nos han «escogido» como campo de entrenamiento para sus tropas? Recuérdese que el problema del VRAEM no es sólo un tema militar. Existe todo un problema sociológico y antropológico de desarrollo e inversión en la zona, etc. esto es, como le encanta decir al gobierno, hay que hacer que esa zona sea verdaderamente “inclusiva” en el país y no una especie de tierra de nadie… o zona de influencia de USA o campo de batalla para que entrenen los norteamericanos… no queremos un Vietnam en el Perú… el tiempo lo dirá…