Hoy se cumple un año desde que la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, fue ordenada a cumplir 36 meses de prisión preventiva mientras duren las investigaciones por el supuesto delito de lavado de activos en el marco del caso Odebrecht.
El 10 de octubre de 2018, Keiko fue detenida por la Policía de la División de Alta Complejidad de forma preliminar por 10 días en un primer momento.
Luego, el juez Richard Concepción Carhuancho consideró que existía peligro de fuga por parte de la excandidata presidencial y que, por ello, debía permanecer en la cárcel para garantizar que el proceso no se viera interrumpido.
El pedido de prisión fue dado por el fiscal José Domingo Pérez, integrante del equipo especial lava jato, quien aseguró que Keiko era la lideresa de una organización criminal que funcionaba dentro del partido político fujimorista.