Alianza Lima es, duela a quien le duela, el club más histórico de nuestro país y a pesar de que no se ha consagrado como campeón desde hace un tiempo, sigue siendo un grande. El equipo victoriano con 115 años de historia es uno de los pocos clubes a nivel mundial que se han consagrado como campeones en su centenario, la lista la completan clubes de la talla del Barcelona, Bayern Munich, Juventus, Chelsea, Milán, entre otros.
No hay peruano que no sepa quién es el “Nene” Cubillas, el “Poeta de la Zurda”, el “Cholo” Sotil, el “Tanque” La Rosa o el “Patrón” Velázquez. Estos son algunos de los mejores jugadores que han vestido la camiseta blanquiroja pero que tienen la blanquiazul en el corazón. El mejor jugador peruano, goleador peruano en los mundiales, jugador que le anotó un hat-trick al Cosmos de Nueva York, es, sin duda, Teófilo Cubillas. El “Nene” siendo el más grande, si tuviera que nacer otra vez lo haría en Perú, sería futbolista y volvería a ser hincha de Alianza Lima.
Ese juego vistoso, pícaro y al toque que caracteriza al jugador peruano es el mismo que hace al aliancista especial. Sería mezquino si dijera que los mejores jugadores de la selección Peruana son solamente de Alianza Lima, pero la verdad es que el equipo victoriano es la principal cantera del Perú. No tendría que retroceder en el tiempo para demostrar que sus jugadores son muy desequilibrantes dentro del campo y con un estilo especial, tocados por Dios, ya que nombres como Jefferson Farfán, Paolo Guerrero, Claudio Pizarro, Carlos Ascues entre otros son reconocidos por ser potrillos de la Victoria.
A parte de la calidad de jugadores que los Íntimos forman y son un gran aporte para el balompié nacional, no podemos dejar de lado al mítico equipo de los potrillos que sufrieron el accidente del Fokker el 8 de Diciembre de 1987. Bendecidos por Dios con ese talento de jugar tan bien el balón y, a pesar de su trágico final, bendecidos también por la Virgen Inmaculada que en su día los recibió en el cielo y ahí están metiendo goles y rompiendo cinturas.
Por eso y muchas cosas más, que no caben en mi corazón y menos lo harán en esta columna, Alianza Lima es y será el más grande del Perú. Francamente, no entiendo la reacción de Josimar Atoche, en el primer partido del Apertura, de tirar la camiseta de su equipo tras ser sustituido. En primer lugar, es un futbolista profesional y eso implica que debe respetar y obedecer las decisiones, no solo del entrenador sino también de la institución que le da empleo. En segundo lugar, el primer amor nunca se olvida, y para la mayoría del país, Alianza Lima representa el sentimiento más sincero que tendremos en nuestras vidas. Sabemos lo que es sufrir, llorar de impotencia pero que bien conocemos la gloria, la satisfacción y por supuesto la victoria.
Si nuestros jugadores no respetan nuestros colores, nuestro equipo y mucho menos lo que todo ello significa para sus hinchas, no encuentro razón para que sigan vistiendo el uniforme blanquiazul. Que lo hecho por Atoche sirva de ejemplo para los demás jugadores y que, a partir de ahora, que no se tomen tan a la ligera que están jugando por el más grande del Perú.