La cartera más complicada, por Carlos Arias

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El pasado viernes, el virtual Presidente de la República del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, presentó oficialmente a su gabinete ministerial, en donde designó como su próximo Ministro del Interior al sociólogo, ex vice ministro del Interior y  coordinador de la Comisión de Reestructuración de la Policía Carlos Basombrío. Sin duda, uno de los ministerios de los que se espera más trabajo, esto debido al alto nivel de inseguridad ciudadana y ello va acompañado del gran problema que aqueja a la institución de la Policía Nacional del Perú: La corrupción.

Pues bien, las medidas que se implementaría para combatir la inseguridad ciudadana, conforme al plan de gobierno del electo presidente, se basan en los siguientes cuatro ejes:

  1. Reforma del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
  2. Desarrollo del plan “Barrio Seguro”.
  3. Brindar oportunidades a jóvenes dedicados al pandillaje.
  4. Fortalecer la inteligencia policial

Sin embargo ¿Dichas medidas, el señor Carlos Basombrío, podrá llegar a concretizarlas? El día de ayer, refirió en una entrevista que para realizar la reforma estructural en la policía era necesaria la modernización de la misma y la lucha contra la corrupción. Para la primera, se cambiará drásticamente, tal como señaló, los sistemas administrativos y los métodos de adquisiciones. Y con respecto a la lucha contra la corrupción, lo que se hará, será darle coherencia a una estructura policial que, hoy por hoy, tiene ciertas distorsiones. Asimismo, se pedirá, al Congreso de la República, facultades legislativas extraordinarias, en el mes de agosto, para el tema de seguridad y otros campos.

Ahora bien, es menester señalar que el Perú es el país de América Latina  con la mayor tasa de víctimas de la delincuencia, tal como indica el Barómetro de las Américas 2014, presentado en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Así pues, considero que existen dos grandes problemas con respecto a la inseguridad. En primer lugar el alto nivel de corrupción que existe dentro de la institución de la Policía Nacional del Perú. Y en segundo lugar, corresponde a la naturaleza del crimen, en el Perú, que ha venido cambiando. Ello se puede evidenciar con el inicio de este cambio en el año 2007, cuando en la región de Trujillo empezaron los delitos de cupos, extorsiones, los cuales pudieron ser detenidos en su momento; sin embargo, así no fue. Es por ello que tampoco creo que la solución a estos dos grandes problemas sean las penas altas o bajas, sino la aplicación de las mismas (función del Poder Judicial) cosa que, actualmente, no se realiza.

Del mismo modo, considero que otro aspecto, el cual se debe mejorar, es el tema de las creaciones de más centros penitenciarios y eliminar los beneficios penitenciarios. Si bien es cierto estos últimos según el Artículo IX del Título Preliminar de nuestro Código Penal, señala que son mecanismos de rehabilitación y ayudan al proceso de resocialización, creo que es evidente que en nuestro país, ese rol, no es el que tienen; todo lo contrario, tal es el caso del criminal Gerson Gálvez Calle quien fue puesto en libertad antes de cumplir sus 15 años de condena por tráfico de drogas, homicidio en grado tentativo y robo.

Por otro lado, también es de suma importancia la reactivación del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC), a fin de que se articule la labor de la policía con los demás agentes de seguridad. Así para establecer planes de seguridad de corto, mediano y largo plazo. Actualmente, la PNP no se da abasto, tan es así que las estadísticas señalan que por 953 habitantes hay un policía. Cifra muy baja y desalentadora para poder combatir la inseguridad ciudadana.

Finalmente, el último aspecto a señalar correspondería al salario de los agentes policiales. Lograr que, como señaló el ex Ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, el policía recién egresado tenga un sueldo de cuatro mil nuevos soles, con el objetivo de que exista esa motivación e incentivo para que pueda ejercer una adecuada función. No se puede seguir maltratando a nuestra Policía Nacional. Y ojalá que el próximo Ministro del Interior, Carlos Basombrío, pueda poner en marcha todas las medidas señaladas en el plan de gobierno de Pedro Pablo, y que no queden en simples proyectos gaseosos, como ha venido ocurriendo con gestiones pasadas.