La “confianza” es destructiva, por Valeria Burga
«La “confianza” estuvo a favor de un gabinete que simboliza una calamidad y ausencia de profesionalismo. No se necesita banalizar el término para afirmar que esta agrupación pro senderista está mostrando los efectos radicales que divulgaron desde el inicio».
Todo está consumado. La “confianza” estuvo a favor de un gabinete que simboliza una calamidad y ausencia de profesionalismo. No se necesita banalizar el término para afirmar que esta agrupación pro senderista está mostrando los efectos radicales que divulgaron desde el inicio.
Ha quedado claro que la victoria de Pedro Castillo es un espejismo. Cerrón gobierna acompañado de ministros nefastos como Iber Maraví, vinculado a una organización que asesinó dirigentes y militantes de Acción Popular en el pasado. ¿Cómo este partido pudo aprobar la moción? Resulta hasta risible que se hayan disparado a sí mismos.
Por su parte, Guido Bellido se burló del país entero. El discurso disfrazado de victimización que profesa a través del quechua, no es más que una cortina de humo para que la oposición se rinda ante sus provocaciones. Una jugada política que le funcionó, ya que el revuelo se instauró en la sociedad civil y muchos congresistas “pisaron el palo”.
El problema no está en las lenguas originarias, pues el artículo 48 de la Constitución las avala con justa razón. Aclarando esto, tenemos que comprender que el discurso del premier nos compete a todos y debe ser entendible. No estamos frente a una exposición de turno, sino a la cuestión de confianza que es evaluada por 130 personas.
Nos guste o no, el Legislativo es, en este caso, la representación del pueblo. Esperar a que se genere un conflicto para recién comunicarse en la lengua predominante deja en evidencia las intenciones de este señor. Aquí no se está discriminando el quechua ni a quienes lo practican.
Bellido se jacta de que debemos ser inclusivos con los quechuahablantes, pero en su vocabulario no existen los discapacitados, las mujeres o la comunidad LGBT. Le cuesta reconocer algo de este calibre y solo hace lo que le conviene para descolocar a quienes están en su contra. Finalmente, la doble moral se aplica en él.
La decisión del poder legislativo puede analizarse desde cualquier ángulo: buscaron su estabilidad laboral, existe el miedo a otro gabinete o la disolución definitiva del hemiciclo, afinidad y rivalidad política, entre otras cosas. La realidad es que hubo una encrucijada y Perú Libre habría ganado de cualquier forma.
Con la respuesta afirmativa que recibieron, Vladimir Cerrón y compañía darán rienda suelta a sus jugarretas por el poder absoluto. Si la historia hubiera sido otra, el congreso contaba los días para ser borrado del mapa. Nuestro país ya está jodido desde hace mucho tiempo, pero para los “dignos” aquí no pasó nada. Solo son “pelotudeces democráticas”.
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