La mejor Navidad de Guardiola

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Alemania se coronó campeona del mundo en Julio y a Pep le dio dolor de cabeza. No es que no se alegrara por sus seis jugadores que levantaban el trofeo en Brasil, si no que significaba menos tiempo con ellos para iniciar la pretemporada y preparar a su equipo de cara a la próxima temporada. Cuando en Agosto, Javi Martínez se une a la larga lista de lesionados y el Bayern se empareja en Champions con el City, la Roma y el CSKA, Pep empezó a mirar hacia la pausa invernal, poniendo como objetivo mantenerse dentro de los primeros en Bundesliga y superar la fase de grupos de Champions. Nunca se imaginó lo que iba a suceder en los próximos meses…

Tanto Uli Hoeness como Karl – Heinz Rummennigge, viejas glorias del fútbol alemán, habían conversado con él a la vuelta del trabajo para advertirle que iba a ser muy difícil revalidar el título de Bundesliga, ya que el club nunca lo había conseguido tras un mundial en donde Alemania se proclame campeón. No importaba si en ese equipo estaban glorias como Beckenbauer, Maier, Gerd Müller o los propios Rummenigge o Hoeness, siempre había sido imposible mantener el nivel ya que, de manera inconsciente, se dejaban ir durante la nueva temporada, sin poder mantener la concentración o la motivación suficiente.  Guardiola tomó nota de los concejos.

Hoy podemos decir que ningún “campeón de invierno” en Alemania había llegado a la pausa invernal con tantos puntos de ventaja respecto al segundo (11 frente al Wolfsburgo), invicto con 14 victorias, 3 empates y un dato demoledor: 41 goles a favor y solo 4 en contra. Un minuto de silencio por favor.

Más Variantes, Más Táctica, Más Flexibilidad

La revista Kicker dejó un dato que vale la pena rescatar: En los primeros 21 partidos oficiales del curso, Guardiola ha empleado hasta once sistemas distintos y no ha llegado a repetir uno más de dos partidos seguidos. Aunque para Pep, el 4-2-3-1, el 3-3-3-1 o el 4-2-2-2 no sean más que “cifras de teléfono” vale la pena mencionar que a menudo sus alineaciones (tres o cuatro defensas, amplitud de extremos o rombos en el centro del campo) han dependido bastante del cuadro de lesionados del club. Sin embargo, es justo decir que en su segundo año tanto el técnico como sus ayudantes conocen mejor el campeonato alemán y sus jugadores tienen más interiorizadas las ideas de su técnico. Como resume Philipp Lahm en una larga entrevista a Sky:

“En gran parte esto es cosa del entrenador, además de la variabilidad de nuestro juego. Podemos practicar diferentes sistemas y esta idea no la aporta cualquier técnico. Guardiola es sensacional tácticamente. No ha habido ninguna fase como esta en que nuestro equipo ha dominado cualquier partido y jugado realmente bien al fútbol”

Con la plantilla del Bayern, uno pensaría que es fácil variar de sistemas, orden táctico y estilos de juego, pero lo que vale rescatar es que todo esto fue producto, en parte, por las lesiones que asolaron al equipo (Thiago Alcántara, Javi Martínez, David Alaba y Schweinsteiger) y la vehemencia de Guardiola en no despoblar el centro del campo. Su “recurso” fue en muchos casos centrar a Robben o reconvertir a Ribery y a Götze en interiores, de forma que el dribling diabólico de ambos jugadores genere esa ruptura de líneas y superioridad en el medio. ¿Funcionó? Digamos que en el último partido del 2014, el Bayern tuvo una posesión de pelota del 81% y – como este dato por si solo no es certeza de nada – agreguemos que los bávaros remataron a puerta 31 veces contra dos del visitante. Sí, funcionó.

El propio Guardiola resume lo que está viviendo al acercarse a la pausa invernal:

“Tenemos la ventaja de contar con Manuel Neuer en la portería, que ha salvado cuatro o cinco uno contra uno. Pero hemos concedido pocas opciones al contrario porque todo el equipo trabaja y corre en defensa. (…)  Además, con la posesión del balón también nos defendemos. Si nosotros tenemos la pelota el rival no puede hacernos gol”.

Tras su segundo partido tras la pausa, el Bayern ya lleva encajados más goles que en toda la primera vuelta y sola ha podido sumar un punto. ¿Regresará el equipo que aplastó 1-7 a la Roma en la última fase de grupos de Champions League? No lo dudaría ni un segundo.