La paz es más fuerte que la violencia, por Fernando Valverde
"Es bajo este escenario violento que vienen atacando los agitadores cometiendo actos vandálicos, desconociendo el Estado de derecho, atentando contras las libertades y eliminando y destruyendo a toda costa de quién este al frente sea éste que represente a las fuerzas del orden o cualquier otro grupo opositor que este en contra de su accionar".
Tras el deceso de Víctor Santisteban Yacsavilca el sábado pasado por las protestas ocurridas en la ciudad de Lima se vienen dando diferentes versiones sobre lo sucedido. Las autoridades vienen investigando la causa de la muerte. Con este hecho el número de víctimas va en aumento (58) personas fallecidas, según reporte de la Defensoría del Pueblo al presente. Es así como, cada día se recrudece más los enfrentamientos, bloqueos y ataques sin respetar la vida del ser humano ni la propiedad.
Frente a ello, debemos preguntarnos más allá de los móviles que puedan influir, por qué hemos llegado a este extremismo. Cómo puede ser que el ser humano venga reaccionando y actuando de esta manera en sociedad alterando el derecho a la paz social. Quiénes están detrás incitando la violencia. Podemos encontrar múltiples respuestas desde diversos campos del saber.
Al respecto, sostenemos que es el propio ser humano quien ha sido reclutado, engañado y manipulado en mente y espíritu, olvidándose de su condición de estar inmerso en una sociedad civilizada y pacífica y del cual al haberse forjado en valores y principios debió recurrir a ellos encontrando alternativas de solución y no lo contrario, nada justifica la violencia. Empero, en minutos y en cuenta regresiva retornaron al “estado del salvajismo” y se convirtieron a lo hobbesiano en (homo homini lupus) “el hombre es un lobo para el hombre” (1642). Poniéndose en ese estado fuera de la ley, desconociendo el derecho, el orden, las instituciones, las reglas y olvidándose además de la fraternidad que debe existir frente al prójimo.
Es bajo este escenario violento que vienen atacando los agitadores cometiendo actos vandálicos, desconociendo el Estado de derecho, atentando contras las libertades y eliminando y destruyendo a toda costa de quién este al frente sea éste que represente a las fuerzas del orden o cualquier otro grupo opositor que este en contra de su accionar.
Además, no deja de sorprendernos que en pleno siglo XXI después de lo que pasó la humanidad por los contagios y olas de muertes trágicas por el COVID-19 y del cual el Perú tuvo cifras alarmantes de muertes por este virus no hayamos aprendido nada de estas lecciones de valorar la vida y de respetarnos y ayudarnos mutuamente entre todos como seres humanos.
De ahí que debemos seguir trabajando por construir la paz y la unión. La paz es más fuerte que la violencia. La paz y el respeto a los derechos humanos son el camino inevitable que deberemos seguir transitando como sociedad y del cual deberá prevalecer siempre frente a la intolerancia y los extremismos, venga de donde venga. Son tiempos de prueba y de búsqueda de soluciones frente a los problemas, esto pasará, pensemos en la paz como camino inevitable frente a los desvíos ocurridos. No habrá paz sin justicia. El único medio existente que cabe ponerse en la mesa es dialogar por la paz y no con la violencia.
De nosotros dependerá como gran familia que somos que avancemos como sociedad y de lo que aspiremos pensando siempre en el bienestar de nuestros hijos y de las futuras generaciones que vendrán en adelante.
A partir de ahí volvamos a empezar de nuevo y caminemos juntos con fe, unión y esperanza.
¡El Perú lo necesita ¡
In Memoriam: Recientemente se recordaba 75 años del asesinato cometido contra Mahatma Gandhi (30.1.48), líder pacifista que basó su filosofía en la no violencia como un legado que debemos seguir.
Cobra vigencia sus ideas:
“Se puede luchar por ideales sin recurrir jamás a la violencia”.
“No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.