La Salud organizacional es lo primero

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Los managers y jefes suelen estar más preocupados del marketing, ventas y finanzas de sus organizaciones; que de la salud de las mismas. La sostenibilidad de las organizaciones pasa más por lo segundo que por lo primero. Sin embargo: el día a día pone el foco de los “líderes” en lo urgente, distrayéndose de lo fundamental.

Esto último termina en la construcción de edificios sobre columnas inestables, las que con el peso del crecimiento de la empresa en metas, tamaño y personas; terminará por desplomarse. Las empresas serán inteligentes si tienen estrategia, marketing, ventas o usuarios, finanzas y tecnología.

Las organizaciones serán más saludables si cumplen con las siguientes condiciones:

– Política mínima (la falta de estas hace que las organizaciones nunca maduren, sin embargo: el exceso de las mismas, hace que las organizaciones envejezcan prematuramente)

– Confusión mínima
– Moral alta
– Productividad alta
– Rotación baja

Es más la capacidad o inteligencia de las personas que configuran las organizaciones se mermará en un ambiente laboral tóxico en donde coexistan las disfuncionalidades, confabulaciones y cinismo.

Corregir esto parece complejo, sin embargo proponemos algunas ideas que puedan poner en práctica en sus organizaciones para mejorar la salud y performance de las mismas:

1. Cree un equipo de liderazgo cohesionado:
Una organización, ya sean: empresas de mayor o menor tamaño, instituciones educativas, iglesias o asociaciones, requieren en primer lugar que los integrantes de su equipo de primera línea tengan confianza interpersonal y que estén cohesionados en torno a un propósito unificante, y valores compartidos (hay que declararlos, pero sobretodo necesitan estar en el ADN de los líderes) sobre los cuales tomen las decisiones estratégicas.

2. Creen claridad:
El equipo, además de estar cohesionado, requiere estar intelectualmente alineado y comprometido en torno a las respuestas a las siguientes preguntas fundamentales: ¿por qué existimos?, ¿cómo nos comportamos?, ¿qué hacemos?, ¿cómo vamos a triunfar?, ¿qué es lo más importante en este momento?, ¿qué tiene que hacer cada uno?

3. Comuniquen la claridad:
Una vez que el equipo de primera línea ha creado cohesión y claridad en torno a esas preguntas fundamentales tiene que comunicar esas respuestas y decisiones a los mandos intermedios y al resto de colaboradores o integrantes de la organización de forma clara, ejemplar, entusiasta y repetida. Creer que basta con una reunión anual de alineamiento es pecar de ingenuos, no hay nada mejor que la comunicación constante por parte de los líderes de la organización en todos sus niveles.

4. Refuercen la claridad
Para que una organización sostenga su salud con los años y en medio del crecimiento, requiere: diseñar unos sistemas críticos, no burocráticos, que refuercen la claridad en los procesos de contratación de personal, mecanismos de colaboración, estructura y en las decisiones de los managers y jefes. Todo debe mostrar congruencia para mantener la cohesión y alineamiento. Si hay necesidad de hacer cambios en el camino, no deje de hacerlos y vuelva a alinear toda la organización y a comunicar los cambios realizados, que no hacerlo genera disonancia.

Me despido invitándolos a probar esta fórmula y les garantizo que maximizará la salud y resultados de sus organizaciones.