¿Lenguaje inclusivo o aberración?, por Alfredo Gildemeister

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Cuando estudiaba Derecho y era practicante, recuerdo que cada vez que informaba al socio del Estudio que me había enviado a revisar un expediente en algún Juzgado, se me hacía un lío especialmente si el juez que resolvía la causa era una mujer. No sabía si se trataba de la “jueza” o del “juez”; lo mismo sucedía cuando hablábamos en aquellos años del “presidente” o de la “presidenta” de Argentina, en el caso de Isabel Martínez de Perón; o del “primer ministro” o “primera ministra” referente a Margaret Thatcher en Reino Unido. ¿Qué estaba sucediendo? Hoy que está de moda el denominado “lenguaje inclusivo”, concepto que uno no sabe si se trata de una broma o de una huachafería, esnobismo, disparate o algo serio, recientemente se ha armado al respecto todo un desmadre en España a raíz de la denominación de un gabinete ministerial con mayoría femenina. Efectivamente, hace pocos días se suscitó una seria controversia en España debido a que, por primera vez, un gabinete ministerial cuenta con mayoría de mujeres y, aunque parezca mentira, nadie sabe cómo denominarlo. En otras palabras, el debate radicaba en si decir: ¿“Consejo de Ministras”? o ¿“Consejo de Ministros y Ministras”? He allí el detalle.

Este despelote comenzó cuando la Real Academia Española (RAE) declaró que el uso de “Consejo de Ministras” no era permitido debido a que solo incluía al género femenino, mientras que el masculino “Consejo de Ministros” ha abarcado siempre a ambos géneros. La RAE señaló lo siguiente: “Hemos declarado que el uso de ‘Consejo de Ministras’ no es aceptable, pues el femenino, como término marcado de la oposición de género, solo incluye en la referencia a las mujeres, y en el nuevo Gobierno hay ministros”. Por ello, la RAE concluyó que puede usarse con entera normalidad la fórmula “Consejo de Ministros”, pues ahí el masculino gramatical, como término no marcado, engloba en la referencia tanto a los hombres como a las mujeres. Sin embargo, poco tiempo después, la RAE rectifica y determina que decir “Consejo de Ministras y Ministros” era aceptable: “La fórmula ‘Consejo de Ministras y Ministros’ es gramaticalmente aceptable si se desea evidenciar la presencia significativamente mayoritaria de mujeres en el nuevo Gobierno” (¿?). Entonces ¿En qué quedamos? Efectivamente, el pasado 7 de junio, la RAE señaló que era obligatorio el uso del término: “Consejo de Ministros”, y que no se permitía variación alguna. Sin embargo, al poco tiempo modifica su criterio y determina que se puede emplear un lenguaje inclusivo como el de “Consejo de ministros y ministras”.

Cosa curiosa, al otro lado de la frontera española, en la República de Francia, solo unos meses atrás, el gobierno francés estableció que no iban más los términos «ciudadanas» y «ciudadanos», prohibiendo el lenguaje inclusivo en sus textos oficiales y calificando los lingüistas franceses a su práctica como una «aberración», mientras que la RAE recomendaba evitarlo. Efectivamente, en su momento, el Primer Ministro francés, Edouard Philippe, ordenó prohibir en los textos oficiales el llamado «lenguaje inclusivo» contra el que ya se había pronunciado la Academia Francesa de la Lengua. En la circular publicada en el Boletín Oficial, el jefe del Ejecutivo invitó a rechazar ese tipo de lenguaje que incorpora un sufijo femenino en un sustantivo masculino, en favor de una mejor comprensión del contenido. Recientemente, la publicación de un manual escolar en el que por primera vez se optaba por ese tipo de escritura considerada «no sexista», renovó la discusión.

La Academia Francesa se declaró en contra. Sus miembros alertaron de que «ante esta aberración ‘inclusiva’, la lengua francesa se encuentra ahora en peligro mortal y nuestra nación es, desde hoy, responsable ante las generaciones futuras». Al respecto, la RAE tomó una posición declarando que: «Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas. Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico», y explica que el uso del femenino «solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto… la tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas» e invocó a evitar las repeticiones, ya que «generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos».

Al respecto, el conocido escritor español Arturo Pérez Reverte, miembro de número de la RAE, ha declarado recientemente: «Estoy demasiado avergonzado de la RAE para ilustrar nada. Mejor dejo que lo hagan los franceses (Gobierno y Academia), para quienes su idioma es un patrimonio importante, no un chalaneo de demagogos oportunistas». Debemos recordar así mismo las duras críticas a la PUCP cuando en un comunicado en su página web utilizó un lenguaje afín a la ideología de género para referirse a los profesores eméritos, texto que para la RAE contendría “desdoblamientos innecesarios”.

En su comunicado, la PUCP señaló que “son profesores extraordinarios y profesoras extraordinarias los profesores eméritos y las profesoras eméritas, los profesores honorarios y las profesoras honorarias, y los profesores y las profesoras visitantes. Los profesores extraordinarios y las profesoras extraordinarias no forman parte de la Carrera Profesoral. Para ser nombrado profesor emérito o profesora emérita, es necesario haber sido profesor o profesora principal y estar jubilado o jubilada como profesor o profesora en la Universidad. La propuesta para ser nombrado profesor emérito o nombrada profesora emérita puede realizarla el Jefe o la Jefa del Departamento Académico al que perteneció el profesor, los Vicerrectores y las Vicerrectoras, o el Rector o la Rectora”. Para muchos, este texto parecería de Cantinflas.

En conclusión, la RAE opinó que:En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto”, define la institución de la lengua. “Es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto.

Así, ‘los alumnos’ es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones”. Cabe recordar que, en el Perú, mediante R.M.No.015-2015-MIMP se aprobó la “Guía para el uso del lenguaje inclusivo. Si no me nombras, no existo”, documento que vale la pena consultar -si usted desea reírse un poco- y apreciar cómo está plagado de términos ridículos como los discutidos en España y Francia, para mencionar solo estos países. Así como la Academia Francesa alertó de esta “aberración inclusiva”, no caigamos en el Perú en este lenguaje sin sentido alguno.

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