Los derechos humanos y la lucha contra el coronavirus, por Fernando Valverde

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El gobierno acaba de oficializar la prórroga del estado emergencia hasta el domingo 10 de mayo con el reto de evitar que siga avanzando la propagación del coronavirus. Una mirada desde el enfoque de la vigencia de los derechos humanos permite afirmar que cambió totalmente con la llegada del COVID-19, ahora orientado en lo que está pasando en nuestro país y en el mundo y donde cada suceso que ocurre nos afecta a todos, en todo orden de nuestras vidas y por ende en el goce de nuestros derechos. Antes en tiempos de normalidad social nos pronunciábamos denunciando violaciones de los derechos fundamentales ocurrida por la autoridad o por otras personas.

Ahora en tiempos de «aislamiento social», por la llegada y propagación del coronavirus nos pronunciamos por la protección derechos en tiempos de pandemia, el cual viene destruyendo vidas enteras, según fuentes del Ministerio de Salud, al presente hay 25,331 infectados y 700 fallecidos y donde ha generado un impacto en la afectación no solo de los principales derechos vinculados a la vida, a la salud, a la seguridad, al acceso a los servicios públicos, a la solidaridad, sino también en los derechos vinculado a los derechos económicos y sociales y en la que el infractor mortal y despiadado es un «enemigo invisible» que nos ha declarado la guerra sin cuartel.

Este virus viene destruyendo las vidas de muchas personas sin distinción alguna, todos han sido golpeadas con consecuencias inminente de extinción de la faz de la tierra. Y lo fatal para los familiares es que sus seres queridos que han muerto no tuvieron un entierro digno, debido al colapso de los servicios sanitarios y fueron envueltos en algunos casos en bolsas negras y enterrados en una fosa común.

Pero ante la adversidad y perdiendo mil batallas el ser humano tiene una capacidad extraordinaria de recuperación; tanto el gobernante, autoridades, médicos, enfermeras, personal técnico, fuerzas de seguridad y medios de comunicación entre otros, se han unido y se han puesto al frente en la línea de combate y día a día vienen luchando contra este flagelo que nos ha invadido. Todos unidos lograremos vencerlo, cumplamos las disposiciones señaladas por el gobierno y los expertos. Si es necesario seguir quedándonos en casa, debemos hacerlo. No es fácil, pero la vida no tiene precio. O te quedas y completas tu misión en la tierra o te vas con el dolor de la humanidad.

Entendamos que hay dos frentes en la que todos debemos luchar. La primera, la que vienen realizando el personal médico con todo su equipo principalmente (nuestros héroes-combatientes) y la segunda, nuestro rol de quedarnos en casa. Hay está la clave. Resistir y así lograremos mitigar el virus y volveremos con mucha fuerza, cuidándonos al retornar progresivamente a nuestras actividades cotidianas.

Por último, los que se encuentran actualmente en prisión son vulnerables al contagio, acá deben concederles el indulto humanitario inmediato a todos aquellos presos que se encuentran con enfermedades graves en su salud. Liberación inmediata, previo estudio y clasificación de este. Caso contrario las personas que vayan falleciendo el Estado será responsable por no haber garantizado la vida y la salud de los internos en el momento oportuno.

 

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