Los regalos de Navidad para nuestros políticos

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Para muchos Navidad no sólo es tiempo del nacimiento de Jesús sino también el pretexto para regalar a borbotones. En esta ocasión este servidor sugiere algunos regalos para nuestros políticos. Pienso que pueden ser más que oportunos.

Al Presidente Ollanta Humala, que finaliza el año con una popularidad por los suelos, le regalaría un buen timón, sí esos que sirven para conducir un barco. Al mandatario le ha faltado llevar el liderazgo de un gobierno que pudo tener mejores perspectivas pero que por la falta de experiencia terminará en 2016 sin pena y sin gloria. Ojalá tome las riendas del país y haga ejercer no sólo el  principio de autoridad sino el de la transparencia que con Belaunde Lossio suelto  es imposible garantizar.

Un buen obsequio para la Primera Dama, Nadine Heredia, podría ser un pasaje a Jerusalén. Esto le permitirá meditar sobre la humildad, sobre la sencillez, esa de la que tanto carece al figurar en cada oportunidad que se presenta. La Señora no sólo se ha atribuido el rol de presidenta, también ha socavado la imagen de su esposo, haciendo de la institución presidencial una verdadera caricatura.

Alan García también tiene que tener un presente esta Navidad. Voy a regalarle unas pastillas para la memoria. Es claro que el ex presidente durante su último régimen estaba más que conforme con la nueva legislación laboral juvenil. Pero claro ahora no es popular decirlo y muy oportunamente hace hasta lo imposible por subirse al caballo de los opositores a la ley que pueden ser un buen bolsón electoral de cara a las elecciones del 2016.

A la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, sería más que conveniente  darle una membresía para un gimnasio. No necesariamente porque esté gordita  sino más bien para una buena preparación para el año preelectoral que ya comenzamos. Keiko tiene que estar fuerte porque el que menos querrá recordarle su pasado y enrostrarle en la cara sus vínculos con la corrupción del régimen de su padre.

El mejor regalo para Luis Castañeda, alcalde electo de Lima, es sin duda un buen escudo, ese que le permita protegerse de las bombas de tiempo dejadas por la nefasta gestión de Susana Villarán. Castañeda tiene que tener  también sindéresis para no caer en provocaciones y derivar cualquier irregularidad de la gestión anterior a la contraloría.

En el caso de Alejandro Toledo no puedo más que regalarle mis oraciones y la búsqueda de un milagro. El caso Ecoteva está muy complicado y a cómo van las cosas la denuncia constitucional es sólo cuestión de tiempo. Toledo jugó con fuego y es bien difícil que no se queme.

Al ministro del Interior,  Daniel Urresti, le regalaría una garantía. Esa que le permita ser la carta del oficialismo para las elecciones presidenciales. El funcionario es sin duda el que más gancho tiene con la población para tentar la presidencia. El tema es que Gana Perú tiene que darle garantías para que no le serruchen el piso para darle oportunidad a Ana Jara que si bien puede ser inteligente, no tiene el perfil presidencial.

Finalmente, no puedo obviar a Pedro Pablo Kuczynski, quien seguramente postulará a la presidencia. A él le regalaría un buen asesor de imagen. El ex ministro de Economía es inteligente y hábil pero no tiene llegada con los sectores más populares. Si un buen asesor puede cambiar eso entonces podríamos hablar de un seguro participante del balotaje de 2016.

Regalos y más regalos, que vean nuestros políticos su árbol de Navidad el 24 a las 12 y que cambien su historia. Feliz Navidad.