México: Corte Suprema prohíbe a Monsanto la siembra de soya transgénica

Ayer, la Suprema Corte de México (SCJN) revocó un permiso que el Ejecutivo del país había concedido a la transnacional Monsanto para sembrar soya transgénica en los Estados de Campeche y Yucatán, al sureste del país. Según el máximo organismo jurídico, la institución que emitió el permiso para Monsanto ignoró que la compañía no había realizado una consulta a las comunidades indígenas de la zona que han sido perjudicadas.
La autorización concedida por Sagarpa (instancia dependiente del Ejecutivo) fue otorgada el 11 de mayo de 2012, durante la legislatura del ex presidente Felipe Calderón, y facultaba a Monsanto para la siembra de 253 500 hectáreas; no obstante, la decisión no tomó en consideración que miles de indígenas productores de miel en los campos de cultivos aledaños quedarían afectados por la entrada de Monsanto.
¿De qué manera la siembra de soya transgénica afecta el cultivo de miel?
En 2011, la Unión Europea -mercado al que se destinaba el 90% de la miel que se produce en los Estados del sureste mexicano- interrumpió el flujo de ventas al encontrar ‘trazas’ de polen genéticamente modificado en el producto. Sucede que las abejas, antes de polinizar la miel, recorren las chacras de transgénicos llevando los genes modificados que afectan la calidad y sabor del producto, según denuncian los apicultores.
«El cultivo de la soja transgénica afecta porque el insecto que se dirige a polinizar encuentra antes los cultivos genéticamente modificados y los transmite más tarde a la miel. Su sabor es particularmente especial debido a la cantidad de flores y frutos, lo que le da un sabor particular que resulta afectado por el producto de Monsanto«, informa la corresponsal de ElPaís, Verónica Calderón.
Cabe acotar que los apicultores afectados por la actividad de la compañía de transgénicos son más de 11 200 productores pertenecientes a 25 000 familias. En esta zona se producen, cada ciclo de cultivo, 10 000 toneladas de miel de alta calidad; cantidad que ha ayudado a que México exporte, al año, el 10% de la miel que consume el mundo.
Tanto la legislación mexicana como las Naciones Unidas, consideran un derecho de los indígenas el que sean consultados ante decisiones que podrían afectarlos directamente. En este caso, la sentencia de la Corte es clara pero puede ser temporal; si Monsanto cumple con realizar la consulta, estará lista para volver a producir soya genéticamente alterada.