El periodista español Joaquín Navarro Valls, quien durante 22 años fue vocero del Vaticano, durante los papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, falleció ayer miércoles en Roma a causa de un cáncer.
Navarro Valls fue el primer portavoz de la Santa Sede que no era de origen italiano. Fue además un laico que, antes de dedicarse al periodismo, estudió medicina y psiquiatría.
Muy pronto ganaría fama como comunicador eclesiástico porque, utilizando un lenguaje muy simple, solía aparecer en los medios televisivos explicando las enseñanzas de la Iglesia para un público muy amplio.
Tal era su influencia que el mismo Papa Juan Pablo II —quien también supo utilizar los medios de comunicación masiva— le dio acceso directo a su círculo más íntimo, como nunca antes ningún otro vocero lo había logrado.
Además, no fue solo el nexo entre la Santa Sede y la prensa sino uno de los más estrechos colaboradores y consejeros del Papa Juan Pablo II.
Pese al tiempo transcurrido, la prensa vaticana italiana y extranjera de Roma no ha olvidado sus lágrimas en el momento en el que leyó el último boletín médico cuando este estaba agonizando y que falleció unas horas más tarde.