Existe un componente común en la mayoría de programas de MBA, y son los clubes. Recuerdo que cuando recién estaba postulando, uno de los frentes a investigar en cada programa era este. En ese entonces, me acuerdo también que para el proceso de admisión hice una lista cortita de los clubes de los que me gustaría formar parte para contarle a la oficina de admisiones “cómo” es que planeaba invertir mi tiempo en hacer algo bueno por mi futura escuela. Realmente no entendía en qué consistía toda esta movida, pero alguien me dijo que era bueno para la aplicación así que lo hice.
Ya habiendo empezado clases, la primera semana de setiembre, tuvimos una feria de clubes, para conocer un poco más qué hace cada uno, conversar con sus miembros y poder decidir si es que queríamos inscribirnos. Lo que vi en aquella ocasión fue abrumador. Todo el jardín principal se encontraba lleno de mesas largas, que alojaban a más de cuarenta clubes, cada uno intentando promover sus proyectos y convencer a los alumnos que se unan a sus filas. Los más creativos regalaban todo tipo de “merchandising”: tazas, lapiceros, lentes de sol, polos. Casualmente, los clubes que ofrecían los regalos más creativos tenían las filas más largas. Algunos, los clubes sociales sobre todo, ponían música para llamar la atención. Para entonces, aún no entendía muy bien la utilidad de estas organizaciones, siendo tan diversas. Por ejemplo, uno puede encontrar tanto el club de banqueros de inversión, como el club de personas a las que les gusta navegar. Uno de los incentivos que noté que algunos clubes utilizaban para captar miembros son los descuentos en las entradas a las conferencias que organizan, o descuentos a fiestas o viajes; sin embargo, la mayoría de veces cualquier persona, miembro o no miembro, puede asistir a estos eventos pagando el precio de lista.
Formar parte de uno o varios clubes se vuelve entonces casi una norma, algo que todo alumno de MBA tiene que hacer y poner en su currículum. Es como alguna demostración extraña de interés por tu comunidad y por hacer actividades extracurriculares. La verdad del asunto es que uno se puede inscribir en diez clubes, pagar la tarifa de ingreso en todos, y no mover un dedo por ninguno de ellos. Me pregunto entonces si los potenciales empleadores realmente valoran que uno coleccione figuritas, o si entienden que el pertenecer no implica un interés legítimo por las actividades.
Ahora que llevo algún tiempo en este sistema, podría clasificar a los famosos clubes en tres categorías principales: clubes por industria, clubes por geografía y clubes por interés. En los clubes por industria el principal beneficio de los miembros es que tienen una red de soporte con recursos disponibles para conseguir trabajo en la industria de tu elección. Digamos, que si uno se une al club de consumo masivo, vas a recibir información privilegiada de oportunidades para conectarte con personas del medio, probablemente haya material disponible para que te prepares para tus entrevistas y conocerás a otras personas interesadas en la misma industria. En los clubes por geografía, casi siempre encontrarás personas que provienen de la misma región que tú… y algunos “colados”. Por ejemplo, en el club de latinos hay españoles (me imagino que por el idioma) y personas de otras partes del mundo que están buscando oportunidades en Latinoamérica. En los clubes por interés, básicamente conocerás personas con intereses en común.
Y es que al inicio, cuando pensaba en el beneficio real de pertenecer a una comunidad más pequeña dentro de la escuela, realmente no entendía cómo esto iba a enriquecer mi experiencia, viniendo de una universidad donde mi promoción era de menos de trescientas personas y tuve cuatro años completitos para conocerlos (probablemente no a todos, pero sí a la mayoría). Además llegué con una red de contactos previa, construida a partir de mis amigos del colegio, amigos de amigos, amigos de la familia, etc. El tener una “ayudita” para construir mi propia red no me parecía tan valioso. Sin embargo, las condiciones han cambiado: he llegado a una comunidad de 1800 personas donde al inicio conocía con las justas a cinco de ellas (y ni siquiera de tanto tiempo), donde sólo tendré dos años para hacer todas las conexiones que pueda hacer… creo que cualquier ayuda es buena para facilitar este proceso de integración. Más allá de cómo se vea en el CV, valoro sobretodo la posibilidad de conocer personas con intereses similares a los míos y establecer amistades y relaciones que perduren más allá de estos dos años.