Muchos clientes me comentan sobre qué pasa si ofrezco mi casa a un precio elevado y transcurren los meses y no la vendo. La respuesta es no sólo que no la va a vender, sino que terminará quemando o estigmatizando su propiedad.
Cuando una propiedad tiene meses vendiéndose, la gente comenta muchas cosas sobre si el predio tiene algún problema legal, de estructura, familiar u otra cosa que pudieran estar en el imaginario colectivo que definitivamente genera una pésima imagen.
Una propiedad que no se vende después de varios meses tiende a formar una serie de historias ciertas o falsas que quedan y desprestigian la posibilidad de que aparezca un comprador sin temores ni prejuicios.
»’Esa casa es cara nadie la va comprar» o «hace años que venden esa propiedad y creo que el propietario está soñando»; son frases que estigmatizan al predio o al propietario. Es deber del agente inmobiliario contarle esto al vendedor porque si destruye la imagen de su propiedad le va hacer un gran favor a la competencia.
No es secreto que cuando una casa se descarta por inalcanzable, el comprador va en busca de otras opciones con precios reales y con ningún pasado oscuro que las perjudique.
Cuando digo que algo es caro, mi inconsciente me hace descartarlo y eso es lo que no puede pasar con ningún producto. Precio justo, precio de mercado, es lo que se necesita.
No incendies tu propiedad, mas bien lleva a aguas de cordura el valor de tu bien más preciado. Estamos advertidos.