Los últimos días han sido movidos para la administración, miles de jóvenes se han puesto de pie, han marchado por las calles, han lavado las banderas para reclamar sus derechos laborales. El gobierno en general, durante toda la administración Humala- Nadine, ha tenido una mala relación con los jóvenes, lo de la “ley pulpín” es un ejemplo de ello.
Creo que todo inicia particularmente cuando el gobierno trató de imponer el servicio militar obligatorio discriminatoriamente para aquellos jóvenes que no estudiaban. Allí la relación con la juventud se vio mermaba por 1) la poca voluntad política de tener un canal eficaz de trasmisión de información hacia las masas, 2) la intransigencia de no saber escuchar y 3) el poco conocimiento por parte del ejecutivo del sistema jurídico, pues no se dio cuenta de que dicha ley violaba derechos fundamentales. El segundo gran roce que tuvo el gobierno con los jóvenes fue en la ley universitaria que tuvo muchísimas imperfecciones que hasta el día de hoy no se han logrado superar. Otra vez los jóvenes, quienes sintieron amenazada su independencia universitaria, marcharon por las calles, la relación se siguió resquebrajando.
La llamada “Ley que promueve el acceso de jóvenes al mercado laboral y a la protección social” es el motivo de las marchas actuales. Nuevamente aparece aquí la poca eficacia de comunicación que tiene el gobierno a la población, la intransigencia de no saber escuchar cuando se dice que no habrá marcha atrás con la decisión. Señor Humala, el pueblo no sale a marchar por las puras, escuche a los jóvenes. También apareció el poco conocimiento del sistema jurídico, cuando sale el ministro de economía a decir que la ley puede ser modificada por el reglamento, totalmente falso, el reglamento no puede modificar una ley porque esta última tiene un rango superior al reglamento ¿Por qué el gobierno tiene una mala relación con los jóvenes? Difícil pregunta, creo que es porque el gobierno no ha sabido escuchar a los jóvenes. Los jóvenes quieren trabajo, quieren inclusión, mas no imposición ni recortes de derechos. Se han sentido ofendidos de ser utilizados de carne de cañón en los momentos difíciles. Con la ley del servicio militar para ocupar las plazas vacías, con la ley universitaria como un experimento de una reforma educativa que no prosperará por ser poco integral, y en esta última ley para pagar el precio de la ineptitud del gobierno para manejar el tema económico.
En fin, considero que la solución a este problema todavía tiene un largo camino por recorrer, sería interesante ver que el gobierno proponga mesas de diálogos con los jóvenes porque estos quieren ser escuchados, quieren dar sus opiniones sobre una ley que, al fin de acabo, es siempre perfectible. Las soluciones a los problemas se tienen que dar observando la realidad. Si la administración Ollanta- Nadine continúa por el camino de la intransigencia, se encontrará con una oposición juvenil cada vez más fuerte, cada vez más radical, cada vez con más motivos para gritar en la calle. El gobierno tiene un campo de acción cada día más limitado para encontrar una solución al conflicto juvenil, mientras tanto, la relación del gobierno con los jóvenes se sigue resquebrajando. Sin duda alguna, Ollanta tendrá mucho que meditar este año nuevo.