(suspense music) Estamos viajando hacia una dimensión distinta a la del mundo de la visión y del sonido, el reino maravilloso de la imaginación, la dimensión desconocida…
– ¿Alo, Planned Parenthood?
– ¿Sí, con que oficina desea hablar?
– Con el servicio de abortos.
– Shhhhhh, ¡no hable fuerte!, esa palabra es muy incómoda y siempre hiere la susceptibilidad de nuestras potenciales clientes. No vaya a ser que se echen para atrás, fíjese usted.
– Ehhhh, ¿entonces?
– Usted debe referirse a nuestro servicio de interrupción voluntaria del embarazo.
– Ahhh sí, eso.
– Bueno, ha llamado al mejor lugar de todos, en dónde usted será tratada como una persona que está pasando por un “mal momento”…
– Sí, es verdad, paso por un mal momento, ¡el peor de todos! Siento y creo que me puedo morir…
– Noooo, ¡por favor! Acá trabajamos con un selecto grupo de profesionales de la salud mental que la convencerán que usted no está haciendo nada malo y que simplemente lo hace por su bienestar, y eso es lo que precisamente nosotros buscamos, ¡su bienestar!
– ¿De veras?, no lo creo.
– ¿Cómo que no?
– Es que la otra vez oí desde dentro de donde vivo a alguien afuera que le decía a mi mamá que abortar estaba mal y que eso era pecado…
– ¡Que barbaridad!, esos fundamentalistas pro vida, conservadores medievales, tipejos anacrónicos que se oponen a los derechos fundamentales de toda mujer, ¡cada vez están peor! Pero descuide, nuestros procedimientos son rápidos y usted no sentirá nada, será como sacarse un barrito.
– Es que de eso se trata precisamente, que por mi bienestar, ¡no quiero que me saquen como a un barrito!
– ¿Cómo, no entiendo? Ahhhh ya sé, usted seguro lo dice por el precio. Mire, el costo del servicio incluye una cómoda estadía en nuestras instalaciones en dónde aparte del servicio de psicología tendrá conexión Wi-Fi abierta y televisión por cable con más de 400 canales, ¡una ganga!
– ¡Es que yo también quiero eso! pero no creo poder llegar a verlo…
– Ahhhh, ya veo, ¡usted es buena regateando!, ¿no será usted de algún instituto de investigaciones biomédicas?
– Es que solo quiero saber si me quedaré con las extremidades…
– ¡Con todas!, porque procuramos en nuestros procedimientos no dañar los tejidos en cuestión.
-¡¿Qué?! ¡Se me sale el corazón!
– Ahh no, si usted quiere el corazón eso le costará 100 dólares más, usted sabe, los órganos internos son los más caros y yo quiero comprarme un Lamborghini…
– ¿WTF?
– ¡Sin lisuritas por favor!, que business son business.
– Bueno, entonces te fregaste porque no voy a permitir que me aborten.
– ¿Así?, ¿Y tú quién eres?, ¿el niño Jesús?
– No, soy Cecil.
– ¡Uy curuju!, ¿eres tú mi presidenta, Cecile Richards? Por si acaso Chechi, ya organizamos una conferencia de prensa en donde nuestros abogados dijeron que todos esos videos en donde vendemos las partes de los bebes abortados son “Armani”, que nosotros solo buscamos los fondos del gob… perdón, buscamos el bienestar y el empoderamiento de las mujeres americanas, ¡oh yeah!
– ¡No!, soy un bebé león que está abajo en sala de espera y me llamo Cecil, ¡ya te fregaste!
-¿Cecil?, ¿un bebé león?
– Sí y ahora no me van a poder abortar. Te recuerdo que activistas de PETA ya saben donde vives y pintarán tu casa como lo hicieron con la casa del dentista cazador. No solo eso, te llegarán numerosas llamadas anónimas amenazándote a ti y a tu familia. El país de donde vengo pedirá tu extradición y si te gustó “El rey león”, te aviso que el animador Aaron Blaise preparará un conmovedor corto que será viral por Youtube y por Facebook y hundirá tu nombre hasta el fondo del infierno de la impopularidad.
– ¡No bebé león!, ¡no hagas eso que es muy inhumano!, ¡ni siquiera los Republicanos que quieren quitarnos nuestros fondos son tan crueles!
– Entonces, ¿me dejarás vivir?
– ¿Vivir?, ¡faltaba más!, te contactaremos con universidades de Europa para que paguen por verte crecer, además, si tus padres no te quieren ¡te buscamos padres adoptivos!, mira que en lista tengo a Brigitte Bardot…
– Ok, entonces dile a tu gente que me deje en paz.
– En paz y con nuestra bendición, total, según Obama estamos “haciendo la labor de Dios”.