En Brasil han sido detenidos los presidentes de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, y de Andrade Gutiérrez, Otavio Azevedo, por el caso Petrobras. Están acusados de realizar millonarios sobornos para la ejecución de obras.
La acusación es muy seria. Marcelo Odebrecht es acusado de dirigir una red de corrupción para beneficiarse con los contratos de Petrobras. La Policía brasileña estima que las empresas amañaban contratos con la estatal Petrobras e inflaban los costos. El dinero extra obtenido se habría repartido entre los directivos de las compañías y políticos que permitieron las irregularidades.
Las actividades ilícitas de las empresas brasileñas habrían traspasado fronteras y el Perú no sería ajeno a lo ocurrido en Brasil. Eso teóricamente está por investigarse. Pero mientras el asunto se esclarece en Brasil, en el Perú la gran corrupción y falta de transparencia parecen campear.
La gran corrupción ha sido y sigue siendo uno de los principales problemas de los países de la región y una de las lacras que hoy persisten en el Perú. La falta de transparencia es uno de los factores que la propicia y la que genera que desconfiemos de los políticos. Aquí unos ejemplos.
Nadine Heredia y su amiga Rocío Calderón no explican aún la extraña manera en la que obtuvieron y manejaron el dinero con el que la Primera Dama realizó una serie de compras que no tendrían forma de ser sustentadas con los ingresos que percibe la pareja presidencial. De otro lado, los aportes económicos hechos en la campaña presidencial de Ollanta Humala ya no podrán seguir siendo investigados a raíz de las acciones legales interpuestas por la defensa de la esposa del Presidente de la República.
El ex presidente de CAPECO y vicepresidente de la CONFIEP, Lelio Balarezo, sigue prófugo de la justicia y casi nadie dice nada al respecto, lo que revela que hay total impunidad en ciertos niveles sociales sin que a la clase dirigente o a la élite le importe ni un pepino.
El candidato Julio Guzmán declara a un portal que el dinero con el que hace campaña a nivel nacional viene básicamente de amigos empresarios que no quieren que su nombre se conozca porque tienen miedo a las represalias. Y afirma además que en el Perú no existe un marco normativo que proteja las identidades de personas “buenas y honestas” que quieren aportar.
En pocas palabras, en el Perú las cosas se siguen haciendo de cualquier manera, nadie rinde cuentas de nada y la normativa sobre financiamiento de partidos políticos es en realidad un saludo a la bandera. PPK despliega ya una campaña publicitaria importante en la ciudad de Lima y no dice nada y nadie le pregunta nada sobre los montos ya invertidos en la misma.
Si se transparentan los verdaderos aportes que se realizan en las campañas políticas conoceríamos a los que realmente financian a la clase política.
Es un despropósito que los aportantes de las campañas políticas se mantengan en el anonimato. Es peligroso que se escondan los que promueven y financian a los actores políticos. Para votar responsablemente es necesario conocer quién es quién y sobre todo quiénes están detrás de cada político financiándole sus actividades proselitistas.
Los que aportan en las campañas buscan influir en los candidatos por los que apuestan y si éstos ganan las elecciones luego tienen que pagar la deuda que contrajeron con los que los apoyaron. Les pasan la factura. Qué importante sería conocer con absoluta claridad quiénes son los que realmente apoyan económicamente a cada candidato. Evitaríamos los temas de lavado de activos, la informalidad y el narcotráfico, que cada vez está mas infiltrado en las instituciones de nuestro país.
Si se mantiene todo como está los políticos de turno serán solamente títeres de quienes se ocultan detrás de ellos para hacer y deshacer a su antojo.