[OPINIÓN] Sionismo, traición, Irán y Seguridad Nacional

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Hace un par de semanas la Oficina Nacional de Prisiones de Estados Unidos anunció que Jonathan Pollard podría salir en libertad bajo palabra. Este sujeto había sido condenando en 1987 por traición a la patria. Pollard, de ascendencia israelí, había estado espiando para la Fuerza Aérea de este país desde 1984.

Este traidor fue condenado a cadena perpetua luego que se declarase culpable de vender documentos de secreto máximo a militares israelíes. Por motivación propia decidió defender a Israel, dejando en su haber una estela de actos de espionaje. Al haber comprometido la Seguridad Nacional de Estados Unidos, y aliados en la Guerra Fría, expuso operaciones y planes de la Marina de Guerra estadounidense. Los que están de lado de estos crímenes tratan de atenuarlo al mencionar que Israel también era una aliado. Lo que olvidan es que la mayoría de Estados no cuentan con Servicios de Inteligencia capaces de proteger su propia información. Una vez que los reportes de Estados Unidos fueron vendidos a Tel Aviv, estuvieron a merced de interceptación, de mal uso y venta. Inclusive, sin querer, muchas veces se da a conocer al adversario acerca de qué inteligencia uno cuenta al momento planear operaciones en determinado lugares que le permiten inferir ello.

En Israel es obligatorio el servicio militar. En Estados Unidos es normal que haya ciudadanos que tengan también ciudadanía israelí, tal como es el caso con Francia o el Perú. Viajes a este país, iniciaciones religiosas y servicios varios se enmarcan dentro de lo normal en cuanto a lazos que descendientes judíos tienen con un pueblo que ha sufrido mucho, históricamente hablando.

Pero, también es necesario ser justos en el tema de lealtades y Religión. En sociedades como la estadounidense se ha creado una suerte de estigma en relación a la identificación de musulmanes con grupo pro-Islam. Esto es comprensible ya que la ignorancia hace pensar que cualquier seguidor de Mahoma puede ser un potencial terrorista.

De forma inversa, no existe estigma en relación a los judíos. Más bien, se etiqueta de forma inteligente de “antisemita” a cualquier parroquiano que lance alguna crítica a los israelíes. Sin embargo en ello recae el juego de palabras. Al ser Israel un Estado primigeniamente promovido por movimientos y guerrillas sionistas (que buscan el irredentismo judío en el actual territorio del Estado israelí,), la frontera entre Estado moderno y Religión se difumina. La diferencia en lealtad a un Estado o Nación y la fe a una Religión se hace menos cierta

En Occidente, se ha adoptado como una tautología, y con más certeza en el siglo XX y adelante, que la Iglesia y el Estado marchan por separado. Estados confesionales como Irán, o cuasi-confesionales como Israel, van a la cabeza de un estilo de Gobierno contrario a prácticas mas liberales. No es casualidad que ambos Estados tengan esta forma de conducirse. Ambos viven enfrascados en guerras y un delicado balance de poder, que incluye armas nucleares, en Medio Oriente.

Dentro de las críticas mayores al acuerdo de no proliferación con Irán, varios medios y periódicos entendidos en el tema mencionan que la eventual liberación de Pollard, busca frenar la poca colaboración con Israel. Claro está, el Departamento de Justicia y los abogados  de Pollard han reiterado que dicha libertad bajo palabra no tiene relación con la negociaciones de Ginebra en relación a Irán. Es de esta forma que la política exterior de Obama-Clinton, de tit for tat, vuelve a plegarse y “liderar desde atrás”. Ya lo hizo anteriormente con Cuba, regresando a los 5 espías cubano capturados in fraganti, intercambiado a un contratista de USAID arrestado en esta isla.

De otro lado, si es que no se hace una revisión de contrainteligencia, tal como pruebas de polígrafos y cuestionarios regulares y entrevistas, las lealtades al Estado pueden quebrarse. El caso de Pollard se hace notorio por espiar para un Estado con un alto contenido de Communitas. En el caso peruano, es necesario anticipar cómo es que la lealtad al Estado puede también ser violada.