El papa Francisco sufrió un duro golpe en la ceja y el pómulo izquierdo cuando intentaba acercarse a un niño durante el recorrido en el papamóvil por el barrio de San Francisco, en Cartagena.
Sin embargo, luego del golpe, el máximo jerarca de la Iglesia católica continuó, como si nada hubiera pasado, saludando a los feligreses que se aglomeran por la carretera, como se pudo observar en las imágenes de la transmisión.
Incluso una gota de sangre alcanzó a caer sobre la esclavina, atuendo que usa el papa durante su recorrido. Doménico Giani, comandante de la Gendarmería vaticana, le hizo una curación para que Francisco pudiera seguir con la agenda del día en Cartagena.
«El papa está bien, se golpeó con el cristal del papamóvil. Tiene un golpe encima de la ceja y el pómulo y se le ha aplicado hielo», declaró el portavoz del Vaticano.
Tras esta celebración litúrgica, Francisco tomará nuevamente un helicóptero para llegar hasta el aeropuerto Rafael Núñez, donde será despedido por el presidente Juan Manuel Santos antes de abordar su vuelo de regreso a Roma.