Pedrito Pablito en su laberinto, por Arturo Garro Miró Quesada

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La bancada de Acción Popular –a iniciativa del congresista Víctor Andrés García Belaúnde- presentó una solicitud de interpelación contra el Ministro de Transportes y Comunicaciones y Primer Vicepresidente de la República, Martín Vizcarra por una adenda efectuada al contrato entre el estado peruano y el consorcio responsable de la construcción del nuevo aeropuerto internacional de Cusco conocido también como aeropuerto de Chincheros. Esta adenda, a juicio de los congresistas acciopopulistas es nociva para los intereses nacionales puesto que el estado asumirá el coste de la obra y además concesionará el aeropuerto en favor del consorcio Kuntur Wasi por 40 años.

El pedido de interpelación ya acaba de recibir el respaldo de las bancadas de Fuerza Popular (72 congresistas), Frente Amplio y el Partido Aprista. Es decir, el pedido de interpelación ya tiene 102 firmas, las cuales hacen que la interpelación sea ineludible para Vizcarra Cornejo. Ante este pedido, los miembros del gobierno como la prensa abyecta al oficialismo, han empezado a decir que esto es un ataque a la gobernabilidad, a la democracia y busca impedir el desarrollo del país; porque según estos áulicos, si el aeropuerto de Chincheros no va, Cusco se va ir a pique.

En razón del párrafo anterior quiero expresar mi preocupación por un hecho. Que quienes dicen que la democracia está en peligro por una interpelación vienen demostrando un férreo desconocimiento del qué hacer legislativo. Uno puede entender que algunos conceptos del accionar parlamentario no sean comprendidos por los PPKlovers en las redes sociales, algún periodista que hable o escriba movido por sus antis (esto ya es cuestionable), pero lo que sí es imperdonable, es que los voceros y congresistas del gobierno, conociendo el qué hacer parlamentario, sigan confundiendo a la opinión pública al decir que una interpelación es lo mismo que una censura; y más grave aún, es que el Presidente de la República, conociendo el manejo congresal gracias a sus 50 años en la carrera pública, venga a querer intimidar al parlamento y poner a la opinión pública en contra de este poder del estado con hacer de la interpelación a Martín Vizcarra cuestión de confianza al gabinete.

Hay unanimidad en decir que el señor Vizcarra no es un ministro cualquiera puesto que es el Primer Vicepresidente de la República, es verdad y todos de acuerdo. Pero esta adenda –sin el visto bueno previo de la contraloría- y en el contexto actual, que vienen apareciendo más pruebas de casos de corrupción en las concesiones dadas a Odebrecht, Graña y Montero, OAS, Camargo Correia, etc. Más las vinculaciones de algunos miembros del gobierno a nivel familiar y amical con personas que hoy trabajan para Kunur Wasi, hacen que el pedido de interpelación sea totalmente válido.

Un error del presidente Kuczynski ha sido el de exponer a su vicepresidente en un ministerio en el cual hay mucho en juego por la cantidad de recursos que mueve; al hacerlo, coloca al señor Vizcarra en la mira de los opositores al gobierno, y al obligarlo a una exposición política, debilita su figura. El presidente sin darse cuenta – o dándose cuenta- de la exposición que es objeto su vicepresidente, le pasa la responsabilidad de los juegos Panamericanos de Lima 2019. Mal señor presidente, mal. Usted si quería proteger a su vicepresidente no debió darle esa manzana envenenada, como lo es el aeropuerto de Chincheros. Porque esos dos encargos –Chincheros y Panamericanos- ponen en peligro la figura de Vizcarra puesto que tendrá que tomar decisiones que a la larga lo desgastarán políticamente como vicepresidente.

El presidente se equivoca al entrar en una pelea con el congreso en la cual saldrá perdiendo debido a la debilidad de su bancada congresal. Cabe recordar que Peruanos Por el Kambio en sí ni siquiera puede ser considerado partido. Adicionalmente, el partido mayoritario en el parlamento, Fuerza Popular, en ningún momento se ha escuchado la palabra censura en la boca de sus voceros o miembros más representativos; solo han hablado de interpelación a fin de conocer lo que ha pasado con el contrato –y adenda- del aeropuerto de Chincheros. Mal hace el presidente en escuchar a las personas que le dicen al oído que para desviar la atención de la crisis política actual, es una buena idea el azuzar el factor del anti fujimorismo. Que el presidente no olvide que el pedido de interpelación a su vicepresidente / ministro viene de un miembro importante de Acción Popular como lo es Víctor Andrés García Belaúnde.

El presidente debe de quedarse callado en esta situación y dejar que el congreso ejerza su labor en lo que a la interpelación se refiere, y dejar que el señor Vizcarra se defienda solo en esta situación. Por otra parte, considero que el congreso tampoco debe poner contra las cuerdas al gobierno porque al llevar al ejecutivo a una situación políticamente más incómoda de la que tiene actualmente; y un Vizcarra debilitado, significaría el debilitamiento de  una de las pocas figuras que representan a un sector moderado del gobierno con el cual aún se puede conversar.

En conclusión, que el congreso interpele al vicepresidente pero que no llegue al extremo de la censura. Y el vicepresidente de muestras claras de querer solucionar el problema antes de ir al pleno del congreso y someterse al pliego interpelatorio aminorando la carga de tremenda mochila. Por el lado del gobierno, ya dejen la desinformación y no asusten a la opinión pública con procedimientos que son políticamente normales en una democracia.